El Índice de Confianza del Consumidor (Indicca) en Lima Metropolitana, elaborado por Apoyo Consultoría, disminuyó en marzo a 40 puntos, cuando en febrero estaba en 41,6 puntos.
De acuerdo con la consultora, en su reciente informe SAE, la recuperación del indicador continuó estancada por segundo mes seguido. Andrea Sotelo, analista de Apoyo Consultoría, indicó que esta tendencia de recuperación fue interrumpida durante el primer trimestre, motivado por el estallido de las protestas y el efecto del ciclón Yaku.
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Pablo del Águila, jefe de investigación de Apoyo Consultoría, indicó que el resultado de marzo incorpora una moderación en las protestas, pero que esa “mejora relativa” no se ha sentido por los problemas ocasionados por las lluvias.
Agregó que hay indicios de que ha disminuido el volumen de las lluvias en Lima, por lo que en el corto plazo, a medida en que no se reinicien las lluvias, podría conllevar a que haya “algo de mejora en la confianza de los consumidores”.
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No obstante, sostuvo que hay riesgo de que las protestas se recrudezcan, en especial cuando se acerque el mensaje de Fiestas Patrias por el 28 de julio. “Si es que este riesgo latente no se gatilla, podríamos observar un impulso más consistente en la confianza de los consumidores, pero no es seguro”, acotó.
El Indicca se encuentra en tramo pesimista desde marzo del 2018, es decir, hace 5 años. Pablo del Águila, jefe de investigación de Apoyo Consultoría, indicó que una parte de esto refleja la inestabilidad política y social que experimentó el país en los últimos años, siendo ello "un síntoma de precariedad" en la institucionalidad política.
"Esto genera un entorno desfavorable para la inversión privada, que le pone un freno al crecimiento económico y a la generación de empleos formales", indicó.
Agregó que otro aspecto que refleja el Indicca son las constantes interrupciones que afronta el consumidor limeño durante el último quinquenio.
"Más allá de la inestabilidad política y social, tuvimos la pandemia, el deterioro en la gestión pública durante el gobierno de Castillo, el aumento de la inflación a niveles no vistos en más de 20 años y ahora inundaciones", agregó.
Situación económica
La consultora sostuvo que pese a que en febrero, las contrataciones en empleos de calidad crecieron a buen ritmo y hubo una recuperación en los ingresos económicos de segmentos más rezagados en la capital, el estallido de bloqueos y las manifestaciones violentas en el país durante enero, así como las fuertes lluvias, han ocasionado problemas en la cadena de suministros que se envían a Lima Metropolitana, presionando al alza los precios de determinados productos, agregó Apoyo Consultoría.
Es por ello que el 95% de consumidores considera que los precios se elevaron en marzo, según el reporte, siendo la cifra más elevada desde agosto de 2022.
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Asimismo, el informe señala que en marzo se mantuvo en 23% el porcentaje de consumidores que consideran que mejoró su situación económica en el último año. En cambio, aumentaron de 42,7% en febrero a 46,5% en marzo los consumidores en la capital que creen que su situación económica empeoró.
Sotelo agregó que las disrupciones sociales y climáticas también afectaron las expectativas de los consumidores. Por ello, en base a encuestas hechas por Ipsos Perú y Apoyo Consultoría, continuó estancado el porcentaje de consumidores que esperan que su situación económica mejore en los próximos 12 meses.
De ello, se resalta el caso de los jóvenes de 18 a 25 años, debido a que un 63,9% de este segmento consideró que mejorará su situación económica, siendo su nivel más alto desde diciembre de 2020.
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Del Águila añadió que hay dos puntos a revisar. El primero son los intermitentes problemas de abastecimiento de bienes y un deterioro en la capacidad de generar ingresos económicos en un grupo de familias, producido por el daño de las lluvias, así como la necesidad de que haya una respuesta ágil del Gobierno.
El segundo punto es que el aumento del empleo adecuado aún no alcanza sus niveles prepandemia, y la capacidad adquisitiva promedio en Lima Metropolitana está más del 10% por debajo de lo registrado en 2019.
“Un entorno que fomente de manera más proactiva la inversión privada podría ayudar a tener un mercado laboral aún más dinámico que permita afrontar mejor este contexto difícil y una recuperación más rápida en la capacidad adquisitiva de los trabajadores”, señaló el jefe de investigación de Apoyo Consultoría.