El avance de la vacunación, así como la mayor flexibilización de restricciones de movilidad y aforo, han permitido una recuperación gradual del turismo interno en el Perú. Sin embargo, la llegada de visitantes del exterior se mantiene todavía muy por debajo de los niveles alcanzados previo a la pandemia.
Si bien esta problemática es un fenómeno global, el turismo receptivo en el Perú se viene recuperando a un ritmo más lento que en otros países de la región. Revertir esta situación requiere de un clima de menor incertidumbre en el sector, afectado por paralizaciones de aeropuertos y bloqueos de vías hacia atractivos turísticos en los últimos meses.
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Menores divisas
Una de las secuelas que ha dejado la pandemia sobre el sector ha sido la significativa pérdida de divisas generadas por la llegada de turistas internacionales. A marzo de 2022, estas acumularon solo US$ 1.394 millones en los últimos doce meses. Este monto es muy similar al alcanzado hace 17 años y representa cerca de un tercio de lo registrado durante el mismo periodo del 2019. Ello implica que restan por recuperar US$3.148 millones de ingresos por turismo receptivo, equivalentes al 1,4 % del PBI. Cabe señalar que el turismo antes de la pandemia era la tercera actividad que más divisas le generaba al país, luego de la minería y agroexportación. Al cierre del 2021, según cálculos de Mincetur, el sector habría pasado al quinto lugar.
Este retroceso se encuentra asociado a la débil recuperación que aún se registra en los flujos de turistas internacionales que recibe el Perú. Mientras que en Colombia el número de visitantes extranjeros mostró entre enero y marzo de 2022 una caída de 16% respecto al mismo periodo del 2019, la contracción fue casi cinco veces superior en el caso peruano (-78%). Esto representa alrededor de 287 mil turistas menos por mes. Según datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT), el Perú es el segundo país de Sudamérica que más lejos se encuentra de recuperar los niveles de turistas extranjeros que registraban antes de la pandemia.
Algunos lugares turísticos han sido mucho más afectados por la menor llegada de visitantes del exterior. De acuerdo con el Mincetur, el turismo receptivo en los principales atractivos turísticos del país todavía muestra un rezago significativo. Entre enero y abril de este año, mientras que la entrada de turistas nacionales a los diez sitios más frecuentados superó el nivel del 2019 en 16%, el flujo de visitantes internacionales se mantiene en apenas la mitad del nivel prepandemia. De esta manera, en agregado, el total de visitas a estos atractivos turísticos de mayor afluencia todavía se mantiene 22% por debajo de lo registrado en el 2019.
Por ejemplo, entre enero y abril de 2022, en el Santuario Histórico de Machu Picchu, el atractivo turístico más concurrido del país, se registraron 228 mil visitantes extranjeros menos de lo alcanzado durante el mismo periodo del 2019. Asimismo, en el caso de las Islas Ballestas (Ica), pasó de recibir casi 70 mil turistas internacionales entre enero y marzo de 2019, a solo 8 mil en los tres primeros meses del 2022.
Perspectivas
La apertura de más fronteras terrestres a inicios del 2022 y la reciente ampliación de los aforos en los aeropuertos permitirán gradualmente recuperar durante los próximos años los casi 4,4 millones de turistas internacionales que el Perú recibía previo a la pandemia. No obstante, los beneficios de estas medidas serán limitados mientras no se resuelvan otros aspectos que han venido perjudicando a la competitividad turística del país en los últimos meses.
Para Juan Stoessel, director de Comex y gerente general de Casa Andina, la imagen del turismo en el Perú se ha visto afectada recientemente por la paralización imprevista de aeropuertos y las constantes manifestaciones que interrumpen el acceso a atractivos turísticos. Por un lado, durante los feriados de Semana Santa se cancelaron o aplazaron casi 30 vuelos y perjudicaron más de 8.000 viajeros debido a la huelga de controladores aéreos. Asimismo, el aeropuerto de Juliaca se encuentra cerrado desde hace varias semanas debido a problemas en el drenaje de agua que afectó la pista de aterrizaje. Por otro lado, Machu Picchu acumula cerca de 14 bloqueos en lo que va del 2022. En tanto, los paros agrícolas y de trasportistas programados para julio también tendrían efectos negativos para el turismo.
Además, Stoessel señala que el deterioro institucional del sector público, debido a la designación de funcionarios con poca experiencia en carteras ministeriales vinculadas al sector turismo –como Transporte, Interior, Cultura y Ambiente–, evita que se puedan articular acciones para reforzar una mayor promoción del país en el extranjero.
Según la Estrategia Nacional para la Reactivación del Sector Turismo recientemente aprobada por el Gobierno, el turismo receptivo recuperaría los niveles de divisas y visitantes que generaba previo a la pandemia recién hacia finales de 2025. Sin embargo, la rápida recuperación mostrada por otros países de la región como Colombia apuntaría a que las políticas de reactivación turística en el Perú vienen siendo insuficientes, y deben ser corregidas para que el sector recobre el dinamismo que venía exhibiendo antes de la pandemia.