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En junio, la producción nacional se redujo en 0,56%, explicado por el menor desempeño de los sectores Manufactura, Financiero, Pesca, Construcción, Telecomunicaciones y Agropecuario.
Según Teodoro Crisólogo, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), se ha registrado nuevamente una caída -el mes previo fue de -1,32%- con la única diferencia de que ha habido una menor caída de los sectores.
Sin embargo, los factores climáticos continúan impactando en la economía y afectaron la Pesca y la Manufactura primaria en mayo, y esto se ha prolongado hacia estos últimos resultados, afirmó.
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“Los sectores vinculados al gasto de consumo de inversión han acumulado en el primer trimestre una caída de alrededor de 8,5%. Los sectores más vinculados al consumo como comercio y servicios han experimentado un mayor dinamismo ese periodo con un incremento de 0,9%”, agregó.
En tanto, Luis Miguel Castilla, exministro de economía, anotó que estamos viendo el Fenómeno de El Niño en acción, pues los sectores más afectados son los vinculados a él y a una economía decreciente en sectores que son intensivos en mano de obra como Construcción y Manufactura, que han jalado hacia abajo la economía.
Según Castilla, la minería es el sector que está impulsando el crecimiento del país y la entrada en producción plena de Quellaveco. “Si uno quita el efecto minería, probablemente estaríamos con un crecimiento nulo este año”, dijo.
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Si bien este sector mostró un incremento de 15,95% en junio, para Crisólogo, que este y otros sectores vinculados al consumo registren crecimientos positivos no puede verse como una victoria o algo positivo. Esto, más bien, debería despertar la preocupación de cómo hacer que el país pueda salir del bajo dinamismo que ha mostrado durante la primera mitad del 2023.
Así, agregó que el crecimiento que ha tenido la minería durante el primer semestre del año se debe a un efecto base y, a partir de setiembre, se verán tasas cada vez menores debido a que se va a comparar con una base más alta, cuando Quellaveco comenzó a operar en ese mes del 2022.
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Recesión técnica
Para Isaac Foinquinos, economista senior de Macroconsult, el término de recesión técnica se define como la caída de dos trimestres consecutivos del PBI y esto ya ocurrió en el país; sin embargo, es una definición científica que no está muy pegada a la teoría económica, advirtió.
Si bien la economía ha caído influenciada por factores puntuales como las protestas de principios de año o el Fenómeno de El Niño, al revisar otros indicadores relacionados a la demanda, como el consumo, este continúa creciendo, dijo Foinquinos.
Por tanto, “no cumpliría los criterios de recesión en el sentido más económico, más se podría llamar estancamiento”, agregó.
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Por su parte, Crisólogo anotó que para hablar de recesión no basta con revisar los datos de producción, sino los de empleo y, contrario a lo que hemos visto en el mercado laboral en épocas pasadas -crisis de la pandemia en el 2020, la crisis financiera global en el 2009 o la crisis asiática rusa en 1998- este año se ve que el empleo formal ha crecido y se mantiene relativamente con tasas de crecimiento alta.
Sobre ello, Castilla anotó que nos encontramos frente a una economía que no crece y cuyo mercado laboral sí avanza, pero en empleo inadecuado. “Estamos viendo una precarización del empleo y eso viene de hace tiempo. No recuperamos los niveles prepandemia en el tipo de empleo y el que crece es un empleo de baja calificación que percibe menos ingresos”, agregó.
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Segundo semestre
Tanto Foinquinos como Castilla observaron que en julio podríamos ver un crecimiento positivo. Desde Macroconsult se estima que dicho avance se ubicaría alrededor de 1%. La consultora proyecta cerrar el año en 1,7%.
Castilla afirmó que lo que ayudará a que la economía no caiga más es el hecho de que el costo de vida ha comenzado a descender y eso dará mayor capacidad al consumo y a los actores vinculados. Sin embargo, anotó que es poco probable una recuperación por encima del 3% y la economía irá decreciendo para cerrar en torno al 1%.
“Para poder tener una meta que se acerque al 1,5% que proyecta el Gobierno, significa que la economía va a tener que recuperarse de manera significativa, y no parece el caso. Puede que algunos efectos se disipen, pero otros van a permanecer”, dijo Castilla.
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Sobre los niveles de pobreza, Castilla observó que el factor más importante que la incrementó el año pasado fue el aumento del costo de vida y una economía que crecía casi al 3%.
Este año, probablemente se tenga un alivio en la canasta básica, pero el empleo estará más precarizado. Con ello y el conjunto de una menor inflación –pero aún elevada– y una menor actividad económica, se prevé que los niveles de pobreza se incrementen en 1% o 2%.
“Estamos rondando nuevamente el 30% de pobreza que tuvimos en época de pandemia. Es casi el consenso de la mayoría de analistas respecto al desenlace de este menor crecimiento”, dijo.
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Por otro lado, Crisólogo anotó que los indicadores adelantados de julio muestran que la economía peruana habría registrado una recuperación bastante débil ese mes, lo que hace complicado anticipar que haya retomado tasas de crecimiento positivas.
“Eso no quiere decir que no haya margen para que la economía continúe recuperándose en lo que resta del 2023″, agregó.
El representante del IPE explicó que, en el sétimo mes del año, los despachos de cemento han moderado significativamente la caída que registraban la primera mitad del año en la que retrocedieron 14%. Ahora se encontrarían en alrededor de -6%.
A su entender, esto habla de una moderación de la caída de los sectores vinculados a la inversión y se ve una recuperación, pero aún en terreno negativo.
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Qué sectores podrían contrarrestar la caída
Foinquinos consideró que el sector Turismo tiene potencial de crecimiento, al estar rezagado y no haber recuperado sus cifras prepandemia. Así también, el gobierno puede acelerar la construcción de obra pública en este segundo semestre.
Para Castilla, es poco lo que se puede hacer aparte de esperar a que se disipen los problemas climatológicos y se regularice la biomasa y la pesca. Incluso, afirmó, ya no existe espacio para realizar actividades de prevención.
Para el exministro, la minería todavía tiene potencial de seguir recuperándose y apuntalar el crecimiento y la Construcción tiene espacio para recuperarse poco a poco, así como sectores que dependen del crédito, pues se espera que el Banco Central de Reserva (BCR) empiece a bajar la tasa de interés.
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Esto último, afirmó Castilla, podría dar un alivio temporal al sector Manufactura, pero lo que más cambiaría el panorama es que se disipen los efectos adversos climatológicos.
Crisólogo apuntó que hay sectores que pesan mucho más que la pesca -que en los resultados de julio tuvo una caída de 68,93%- y la Manufactura -que registró una caída de 14,64%- y estarían vinculados a la inversión por lo que pueden tener más sensibilidad frente a las acciones que se desplieguen para promover la inversión privada.
“Esto permitiría contrarrestar buena parte de la caída que registran los sectores gravemente afectados, si se comienza a materializar el inicio de nuevos proyectos o crear un entorno propicio para que las empresas estén dispuestas a invertir”, explicó.
