Israel Lozano Girón

Rosana Muñoz dejó su trabajo como químico en una empresa para ayudar a su padre con su propio negocio de medicamentos. Nunca regresó a su anterior trabajo. En cambio, construyó Roxfarma, farmacéutica que hoy lidera y que se prepara para conquistar mercados en el exterior. La reconocida como comenta a El Comercio cuáles fueron sus inicios y cuál es la receta para el crecimiento de la compañía.

MIRA: Viajes Falabella supera en 32% sus ventas del 2019: ¿Qué estrategias implementará este 2023?

¿Dónde encuentra usted su principal motivación para seguir haciendo empresa?

Yo llego a invitación de mi padre a la compañía en la cual lidero. Era químico y la comienza en 1986 con productos sencillos. Diez años después, me dice ‘crees que puedas venir a ayudarme un tiempo?’. Yo estaba trabajando en otra compañía farmacéutica. Necesitaba hacer una certificación de buenas prácticas de manufactura. Fue un reto intenso. Fue ahí donde me di cuenta que hay mucho que aprender. Fue así que mi principal motivación fue el aprendizaje, porque me fui encontrando con profesionales excelentes, y luego la mística de esta profesión que es de servicio. Debemos tener claro el impacto que tenemos en los consumidores, que con un medicamento pueden recibir el tratamiento adecuado.

En ese proceso, entiendo que siempre se presentan retos. ¿Cuáles recuerda usted como los más desafiantes?

Conseguir liquidez, que es la ‘sangre’ de la compañía. Sin ella, estás muerto. Al inicio, hemos tocado puertas los bancos presentando nuestro proyecto y no nos querían otorgar financiamiento. No creían que íbamos a crecer al 10%, pero al final crecimos al 30% anual. Fuimos a una Edpyme, nos dieron el financiamiento y así empezamos a crecer. Después, el otro reto que tuvimos es entender que debemos formar un equipo de trabajo. Tener un equipo mucho más inteligentes que uno, que sean competentes y tener la capacidad de darles autoridad. Finalmente, en nuestro rubro, el gran reto es el conocimiento técnico. La industria farmacéutica peruana tiene el reto de seguir creciendo científica y tecnológicamente. Nosotros hemos ido a otras compañías en el exterior para mejorar nuestros procesos.

En el rubro farmacéutico, donde la inversión es casi obligatoria y los márgenes son determinantes para no quedar fuera del mercado, ¿cómo se logra ganar competitividad?

Debemos definir en qué procesos debemos ser excelentes para poder dar valor a nuestros clientes y grupos interesados. Cuando los dominemos, serán nuestras capacidades estratégicas. Esto nos está permitiendo crecer y que en medio de la pandemia, por ejemplo hayamos logrado exportar a países como Bolivia.

¿En qué momento se encuentra la compañía?

Estamos en una etapa de crecimiento e internacionalización. Ahora, contra todo pronóstico, estamos en Estados Unidos con el reto de obtener nuestros primeros registros sanitarios. También estamos haciendo un salto tecnológico, con una inversión de más US$8 millones en Perú. Estamos haciendo una planta modelo diseñada con ingeniería farmacéutica europea, la idea es que nos permita fabricar para el mundo: Europa, Estados Unidos, etc y contar con certificaciones FDA y EMA.

¿Cómo fue para usted recibir la noticia de ser una Líder Empresarial del Cambio?

Nunca lo imaginé, te soy sincera. Cuando me lo comunicó Beatriz Boza, a quien admiro muchísimo, me quedé impactada. Para mí, los grandes hacedores de la compañía han sido mi padre, en el inicio de la compañía, y nuestro gerente general, Pedro Herrera Heredia, quien ha venido a transformar y hacer crecer a la compañía. Creo que ellos y todo el equipo que nos acompaña son los grandes ganadores de este premio.


Contenido Sugerido

Contenido GEC