El BCR acaba de publicar su último Reporte de Inflación de este año. A continuación destacaremos algunos de los cambios más relevantes con respecto a sus proyecciones de hace tres meses.
En el plano internacional, sigue esperando que los países desarrollados crezcan en promedio 2%; mientras que ha revisado de 4,9% a 4,7% el crecimiento esperado de los países emergentes. El cambio en cada país es mínimo, excepto en el caso de Argentina, que del estancamiento pasaría a una contracción de 1%. En el caso de los países desarrollados, el impacto del ‘brexit’ pareciera ser moderado, pues para Reino Unido se sigue esperando una expansión de 1,4%. Sin embargo, la proyección para Alemania ahora es 1,7%; 0,2% menor que hace tres meses.
Lo que sí cabe destacar es que los flujos de renta fija y variable hacia mercados emergentes han alcanzado en noviembre cerca de US$40.000 millones, su mayor nivel mensual en lo que va del año. Ello podría estar reflejando ya un cambio en las expectativas de la tasa de interés de la FED, que al subir más lentamente que lo previsto anteriormente genera un contexto más favorable para el tipo de cambio de los países emergentes.
El impacto que este escenario genera en la balanza comercial todavía resulta limitado. Sin embargo, sí se espera una caída del precio de las importaciones que presionaría a relativamente mejores términos de intercambio. Ello responde sobre todo a los menores precios esperados, frente a hace tres meses, del trigo, aceite de soya y petróleo.
El BCR estima un crecimiento estable de 4% entre 2018 y 2020. Un detalle a tener en cuenta este año es que a pesar de que tres de los cuatro componentes de la demanda interna muestran menores variaciones esperadas que en setiembre (y el cuarto, la inversión pública, mantiene la misma), el total sigue en 4,4%. Ello responde a la mayor acumulación de inventarios, lo que sugiere que las empresas produjeron más de lo que lograron vender; sin embargo, para el próximo año el efecto sería en el sentido contrario y se contrarrestaría parte de este incremento.
La inversión privada sería guiada fundamentalmente por su componente minero también en el 2019, como este año y el previo. Sin embargo, se moderaría notablemente para el 2020.
El crecimiento de 4% sería ligeramente mayor al potencial. En la medida en que se va cerrando la brecha de producto, es posible que veamos pronto incrementos de la tasa de referencia. Pero la proyección de inflación al 2019 y 2020 es estable y ligeramente superior a 2%.