La deuda boliviana es la de mejor desempeño entre los mercados emergentes, ya que los inversionistas miran más allá de las recientes protestas violentas para centrarse en la perspectiva de nuevas elecciones tras la partida del presidente de larga data, Evo Morales.
Los bonos en dólares del país con vencimiento en 2028 subieron 1,8 centavos a 93,7 centavos por dólar esta semana, liderando a pares del mundo en desarrollo, según datos de Bloomberg Barclays. Mientras tanto, el rendimiento adicional que exigen los inversionistas para mantener la deuda de Bolivia sobre los bonos del Tesoro de EE.UU. se redujo 12 puntos básicos a 3,38 puntos porcentuales el martes, según los índices de JP Morgan Chase & Co.
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Los bonos se están recuperando de una caída a 91 centavos a principios de mes, después de que Morales se adjudicara la victoria en una disputada elección el 20 de octubre. Las ganancias son aún más notables dado lo doloroso que ha sido el mes pasado en América Latina, a medida que el descontento social devastó el vecino Chile, estallaron crímenes violentos en México y las elecciones anunciaron el regreso del populismo a Argentina.
La salida de Morales puede verse como una “crisis y una oportunidad”, según Marcos Buscaglia, socio en Alberdi Partners. “Aunque el país estará en modo de crisis en las próximas semanas, el hecho de que Morales se haya visto obligado a salir resalta que la democracia se está afianzando en Bolivia”.
Morales huyó a México después de que el ejército se negara a proteger el palacio presidencial, en medio de protestas masivas provocadas por acusaciones de fraude electoral.
Si la autodeclarada líder interina Jeanine Áñez puede dirigir a Bolivia a elecciones presidenciales libres y justas en los próximos meses, es posible que el país salga de la agitación “como una democracia más fuerte y más institucionalizada”, asegura Buscaglia.
Los bonos en dólares del país han cambiado poco desde principios de noviembre, una sorpresa dado lo mucho que cayeron las notas de los vecinos latinoamericanos como Ecuador y Argentina después de sus propias sorpresas internas.
Pero los problemas de Ecuador no son solo políticos. El déficit fiscal del gobierno central fue equivalente a -5,5% del producto interno bruto en el primer trimestre de 2019, mientras que el déficit por cuenta corriente fue de 5,3% del PIB en el mismo periodo. Para empeorar las cosas, las reservas en moneda extranjera de Bolivia han caído constantemente durante cuatro años.
Por ahora, sin embargo, los inversionistas se están centrando en la política. El gobierno de Áñez ha cortado los estrechos lazos del país sudamericano con vecinos socialistas como Venezuela y Cuba.
Ahora, los inversionistas están analizando si puede lograr estabilidad y calmar las protestas, asegura Guido Chamorro, codirector de deuda en divisas de mercados emergentes en Pictet en Londres.
“El rendimiento depende mucho del nivel de disturbios civiles”, dijo en una entrevista. “Si las cosas se estabilizan y comienzan a ver que no hay una escalada en la violencia, entonces debido a la posición infraponderada, es más probable que los precios se estabilicen”.
La respuesta silenciada del mercado se debe principalmente a la poca cantidad de inversionistas que tienen posiciones grandes y sobreponderadas en Bolivia, según Chamarro.
“Definitivamente sería demasiado pronto para intentar comprar dado que todavía no hay certeza de cuándo se detendrán las manifestaciones”, dijo.