La epidemia de coronavirus en China está provocando preocupación entre algunos de los países de la OPEP, muy dependientes del crecimiento de la segunda economía mundial para vender sus barriles de crudo.
China compra más de dos tercios de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados. El martes y el miércoles sus miembros celebraron una reunión “extraordinaria” sobre “la epidemia de coronavirus en China y su impacto potencial en el mercado mundial del petróleo”, indicó el cartel.
Según los últimos datos de los servicios de aduanas chinos, Arabia Saudita, el líder de facto de la OPEP, es el principal proveedor de petróleo a China, por delante de Rusia, aliada del cartel en el grupo de países ampliado llamado OPEP+.
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China representa una cuarta parte de las exportaciones totales de petróleo de Arabia Saudita y la dependencia “es todavía más importante para otros países miembros, como Omán”, explico a la AFP Michal Meidan, directora del programa China del instituto de estudios sobre energía de la Universidad de Oxford.
Además “China representa más de un tercio del crecimiento de la demanda mundial de petróleo, lo que la convierte en uno de los principales actores del mercado para la OPEP”, afirma a la AFP Yujiao Lei, una analista de Wood Mackenzie.
Aunque por el momento es muy difícil evaluar el impacto real de la epidemia del coronavirus en el consumo de petróleo en China, los primeros datos apuntan a un freno importante.
Las importaciones chinas de petróleo “pasaron de unos 11 millones de barriles al día (mbd) a 8 mbd entre el principio y el final del mes de enero y podrían haber caído a 7 mbd”, dijo Naeem Aslam, un analista de Avatrade.
El transporte aéreo es uno de los sectores más afectados por las drásticas medidas del gobierno chino para contener la epidemia.
Es “probablemente la industria que sufrió el mayor impacto desde que empezó la crisis a causa de un número importante de vuelos anulados”, indicaron a la AFP los analistas de JBC Energy.
La irrupción del virus justo antes de las vacaciones del Año Nuevo chino “reforzó aún más este fenómeno” porque la población china suele desplazarse masivamente durante este periodo, según Michal Meidan.
Pero según Aslam el mercado “ya ha anticipado la caída de las importaciones chinas”.
En lo que va de año los precios bajaron cerca de un 15%. El lunes, por primera vez en un año, barril del WTI cayó por debajo de los 50 dólares y el del Brent, la referencia en Europa, por debajo de los 55.
Por el lado de la oferta, los recortes de la OPEP se ven compensados por el aumento de la producción en países exteriores al cartel, como Estados Unidos.
En este contexto el cartel podría recortar todavía más su producción, su principal mecanismo para impulsar los precios al alza, pero este implicaría perder parte de su cuota en el mercado mundial.
Para la OPEP también es una mala noticia el acuerdo de tregua comercial de China y Estados Unidos cerrado en enero.
El pacto implica que el gigante asiático se compromete a comprar 200.000 millones de dólares suplementarios de productos estadounidenses en los próximos dos años.
Pero una cuarta parte de ese monto servirá para comprar productos energéticos, incluyendo petróleo en bruto, lo que podría llevar a China a limitar sus importaciones de otros países, como los de la OPEP.