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Desde el mediodía, la acción de Graña y Montero (GyM) inició su cotización en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) cayendo hasta 15% en su precio, como resultado de la suspensión de la acción y el proceso de desliste en la Bolsa de Nueva York (NYSE).
Sin embargo, a lo largo de la tarde se ha visto una moderación de la baja hasta llegar a una caída de 10,87% a las 3 p.m.
"No ha habido mucho volumen negociado. Los mayores inversionistas institucionales considera que el evento puede ser temporal y están a la espera de que la compañía cumpla con las fechas indicadas", señala Jean Pierre Fournier, Gerente de Inversiones Renta Variable de AFP Integra.
El precio de la acción es de S/2,05 y se mantendría en estos niveles pues la mayor parte del impacto de los inversionistas que consideran que el proceso de desliste de la acción en NYSE puede generar problemas fue absorbido hoy, señala.
"Después de la corrección vista hoy, debería estar fluctuando en los niveles actuales y no debería haber otro momento muy importante", añade.
Según explica, la suspensión de las ADS contempla un impacto en la liquidez de la acción, mas no en los fundamentales de la compañía, ni el acceso al crédito o avances de obras. Por ello, la acción de la constructora no debería verse afectada en los próximos días.
Además, resaltó que actualmente el 65% de las operaciones de la acción de transan en la bolsa local; mientras que el resto corresponde a la NYSE.
"Y muchas veces, las operaciones que se hacen en el mercado internacional, los bancos terminan trasnformándolas en transacciones locales para transarlas aquí. Ese 65% es una base, con las operaciones que los bancos manejan podría ser incluso un poco más", acota.
TRAS DECISIÓN DE NYSE
En un conference call con inversionistas esta mañana, el CEO de Graña y Montero, Luis Diaz Olivero, informó que apelarán la decisión de la NYSE en los próximos 10 días hábiles; y la bolsa internacional tomará una decisión en un plazo de 25 días.
De tomar la NYSE una decisión desfavorable para la constructora, inversionistas institucionales internacionales que tengan prohibido mantener acciones que no coticen en bolsas internacionales venderían sus acciones.
"Eso sí podría tener un impacto porque hay un flujo de ventas de la acción de de la compañía donde cotiza la acción local, pero no debería permanecer en el mediano plazo", añade.
