El 2016 ha sido un año de vaivenes para el dólar en el Perú. El último comenzó a mediados de agosto, con una fuerte tendencia al alza de la divisa estadounidense, tan intensa que esta semana volvió a tocar el nivel de S/3,41 con el que terminó el 2015. Así, prácticamente se borró el avance que había tenido el sol en los últimos meses.
¿Qué ha desatado esta tormenta verde? La principal sospecha recae en el cambio de expectativas de los mercados globales sobre una subida de tasas por parte de la FED. La probabilidad que hoy se asigna a que esta alza se decida en la reunión de la FED de la próxima semana es de 20%, y para una subida en diciembre llega al 57%. “Ambas probabilidades eran más bajas hace tres semanas”, sostiene Francisco Grippa, economista principal del BBVA Research.
Una mayor tasa de interés de la FED incrementaría los retornos de invertir en dólares, lo que aleja los flujos de inversión de portafolio de las monedas de mercados emergentes, incluido el sol.
A menor oferta de dólares en nuestros bancos y cambistas, más cuesta la divisa estadounidense. “Hay que entender que no es un debilitamiento del sol peruano, sino un fortalecimiento del dólar”, afirma Luis Manuel Ordóñez, estratega de inversiones de Sura Investment Management Perú.
Rosibell Solis, analista senior de Estrategia de Inversión de Credicorp Capital, añade un elemento a la ecuación: la mayor demanda de contratos ‘forward’. Estos contratos son un instrumento que los inversionistas usan para protegerse del riesgo de una posible alza cambiaria si, por ejemplo, la FED subiera su tasa en unos días. Su uso lleva a que hoy se dé una mayor demanda de dólares.
Los mercados tienen algunos motivos para intuir que el alza de tasas de la FED se dará este año. Así, varios de sus funcionarios claves han expresado la necesidad de seguir normalizando la política monetaria de EE.UU. tras los estímulos extraordinarios que se ejecutaron luego de la debacle económica del 2008.
A ello se suma la decisión del Banco Central Europeo (BCE) la semana pasada de no ampliar su política monetaria expansiva. Para Ordóñez, esto le daría más libertad a la FED para subir su tasa de interés en el corto plazo sin ahondar su divergencia de políticas con el BCE.
—Va para arriba—
La tendencia del dólar seguirá al alza, coinciden los tres especialistas. Ello podría impactar en la inflación, que en los últimos dos meses había regresado al rango meta del Banco Central de Reserva (BCR) de entre 1% y 3%.
En una economía altamente dolarizada como la peruana, la transmisión del tipo de cambio a la inflación no se da únicamente por el canal tradicional: el alza de los precios de los productos importados.
Así, el BCR identifica que la depreciación del sol también afecta la inflación porque los precios de algunos bienes y servicios aún se fijan en dólares, como los alquileres, y porque las empresas y familias endeudadas en dólares deben asumir mayores costos financieros. Además, algunos precios regulados, como el de la electricidad, se fijan en función del dólar.
Una tendencia alcista de la moneda verde también llevaría a que los depósitos se dolaricen, asegura Grippa. Y esto podría complicar a los bancos, que tendrían una mayor demanda de créditos en soles, pero una captación de ahorros de empresas y familias en dólares.