TFC Financiera ofrece una tasa anual de 7% por el depósito de tu CTS. (Foto Archivo)
TFC Financiera ofrece una tasa anual de 7% por el depósito de tu CTS. (Foto Archivo)
Nicolás Castillo y Katherine Maza

La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP () intervino a la empresa y ordenó su cierre definitivo, debido a que la entidad redujo en más del 50% el valor de su patrimonio efectivo en el último año. Así, la empresa quedó inhabilitada para captar depósitos del público y realizar otras operaciones. Con esta decisión, 63.648 clientes y otros tantos más se ven perjudicados por una mala gestión que data de tiempo atrás.

Jorge Mogrovejo, superintendente adjunto de Banca y Microfinanzas de la SBS, afirmó que en los últimos meses se encontró que la financiera no había efectuado suficientes provisiones para respaldar su cartera de créditos morosos, lo que comprometió su solvencia patrimonial.

Todo esto sucede luego de que, en años anteriores, la SBS le diera ‘jalones de oreja’ a la financiera. Por ejemplo, según Apoyo y Asociados, en diciembre del 2017, le ordenó reclasificar sus créditos inmobiliarios que mantenía en calidad de reprogramados a cartera refinanciada. Esto implicaba que TFC ampliara su cartera riesgosa y generase más provisiones.

Posteriormente, en el 2018, la SBS obligó a la entidad a reclasificar una cuenta por cobrar como cartera morosa.

“Este es un caso específico de mala gestión de riesgo crediticio y concentración de deudores, diferente a lo que podría ser la situación de todo el sistema financiero”, comentó Mogrovejo.

Además, en el 2014, Financiera TFC fue vinculada con irregularidades detectadas por la Contraloría de la República en inversiones realizadas en la financiera por la Caja Metropolitana de Lima.

Para los especialistas, la decisión tomada por la SBS ha sido oportuna y está en línea con las facultades que tiene el regulador de proteger los intereses del público en el ámbito del sistema financiero.

Juan José Marthans, ex superintendente de la SBS, afirmó a El Comercio que para el regulador haya tomado la decisión de intervenir a la financiera es porque agotó todos los mecanismos que la Ley General del Sistema Financiero le confiere antes de llevar a cabo dicha medida extrema.

A decir de Marthans, cuando una empresa del sistema financiero disminuye su capital social a un nivel inferior al mínimo exigible, el primer paso que da la SBS es someter a la entidad a un régimen de vigilancia, que consiste en un plan de recuperación financiera y la incorporación de veedores en el directorio.

“La vigilancia es un régimen previo a la intervención. Es un régimen reservado que solo lo sabe la entidad financiera y la SBS. Eso no se publicita para no generar preocupación porque, de repente, en esa etapa, la empresa puede recuperarse nuevamente, los accionistas ponen más plata, las provisiones que faltan se cubren y solucionado el asunto todo vuelve a la normalidad”, explicó el especialista en derecho bancario, Rolando Castellares.

Por el contrario, de incumplir la empresa con el plan de recuperación financiera y de convencerse el regulador que no es posible que la entidad pueda superar los problemas detectados en el periodo de vigilancia, procede a la intervención de la entidad. Este paso supone la disolución y la liquidación de la empresa.

“Evidentemente cuando una empresa deteriora sus resultados, y estas pérdidas comprometen más allá del 50% del valor del patrimonio no queda más alternativa que resguardar el dinero de los ahorristas y buscar una intervención inmediata”, manifestó Marthans.

El profesor de economía y finanzas de la Universidad del Pacífico, Enrique Castellanos, asevera a este Diario que “la supervisión de las empresas del sistema financiero en el Perú es buena, la SBS hace un buen trabajo, porque nuestro sistema financiero es bastante saludable y no existe un problema sistémico”.

A decir del catedrático, si una entidad como Financiera TFC —que apenas representa el 0,2% del total de activos del sistema financiero— se cae por temas de oferta y demanda es “normal y hasta saludable” para que los ahorristas sepan que no siempre se está cubierto ‘contra viento y marea’; a pesar de que una entidad financiera esté supervisada y los ahorros estén respaldados por el Fondo de Seguro de Depósitos.

“Está bien que, eventualmente, la gente se dé cuenta que siempre hay riesgo en todo. La quiebra de empresas es normal en todo mercado”, comentó Castellanos.

LOS AFECTADOS

Entre los ahorristas perjudicados con el cierre de la financiera, el daño no es el mismo para todos. De hecho, Apoyo y Asociados señala que los 20 clientes más grandes concentran casi el 7% de todos los ahorros.

Esto implica que muchas personas no podrán recuperar todo el dinero que tenían colocado en la entidad. La razón es que el seguro que protege estos ahorros solo llega a cubrir un máximo de S/100.661.

Mogrovejo indicó que, de los 63.648 ahorristas de la financiera, solo 61.975 personas tienen cobertura total del seguro.

Además, entre los afectados están y el Fondo Mivivienda. El primero representa el 66,7% del financiamiento externo que recibía TFC; mientras que con el segundo mantenía una línea de crédito de S/205,02 millones, al cierre de junio del 2018, de acuerdo con la clasificadora PCR.

“[¿Cofide se verá comprometido económicamente por los acuerdos firmados con TFC?]. No se verá afectado porque Cofide dejó de mantener líneas directas con TFC desde enero de este año. No obstante, como fiduciario del Fondo Crecer velamos por las garantías otorgadas por dicho fondo en favor de una cartera específica de TFC que, de acuerdo con los reportes recibidos, no debería generar problemas. Estas garantías representan en un escenario extremo, menos del 2% del Patrimonio del Fondo Crecer", dijo Cofide a El Comercio.

Por su parte, fuentes del sector afirmaron a este Diario que el ha tenido reuniones con la SBS para encontrar una solución a las acreencias de la entidad estatal. Financiera TFC era uno de los principales jugadores de los programas de vivienda social del Estado. A octubre, tenía la segunda mayor colocación de estos préstamos y su cierre podría tener consecuencias en estas colocaciones.

PROCESO DE LIQUIDACIÓN

Castellares explica que el proceso de liquidación consiste en el pago a los acreedores con el patrimonio de la entidad intervenida, pero siguiendo un orden establecido en la Ley General del Sistema Financiero.

Paralelamente, la SBS convocará a un concurso para elegir a la entidad financiera que pagará los S/100.661 de cobertura máxima del Fondo de Seguro de Depósito.

Así, según la norma, las obligaciones de carácter laboral serán las primeras en pagar con el patrimonio de la entidad. Seguidamente se pagarán las obligaciones de carácter tributario, luego al resto de los acreedores y los ahorristas, cuyos depósitos no quedaron fuera de la cobertura del seguro. Por último, de quedar un remanente, este es devuelto a los accionistas.

“El proceso de liquidación dura un año o a veces dos; y el proceso también está bajo supervisión de la SBS. En el caso de los créditos otorgados por la financiera estos pasaran a otra entidad. Al deudor no le pueden decir tienes que pagarme mañana, pero no por el hecho de que la empresa se esté liquidando deba dejar de pagar. Los liquidadores serán los encargados de recuperar las acreencias” dijo Castellares.

De no alcanzar el dinero para pagar el resto de los depósitos que no fueron cubiertos por el seguro, el ahorrista perdió su dinero.

El especialista afirmó que la regulación ha sido diseñada para proteger al ahorrista del sistema financiero. Por ello establece una cobertura máxima del Fondo de Seguro de Depósito. Según Castellares, la ley presume que una persona con ahorros superiores a dicha cobertura tiene algún grado de información financiera.

Incluso con el objetivo de brindar transparencia, la ley obliga a las entidades a publicar sus estados financieros en el diario oficial El Peruano y otro de mayor circulación.

Para Castellanos, las personas deben dejar de llevarse por las altas tasas de interés que ofrecen las entidades y tener en cuenta antes de elegir la solvencia de las entidades y el monto de la cobertura de un seguro de depósito.

“Lo que tiene que hacer una persona seria es ir a una empresa seria”, manifestó.

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