El precio del barril de petróleo para el 2020 y 2021 se ubicaría en US$58 y US$59, respectivamente, según prevé el Scotiabank en su último reporte semanal. En 2019 sufrió una caída de 12% a US$57 por barril.
La caída del precio del petróleo estuvo impulsada por el sentimiento de desaceleración económica durante la mayor parte del 2019. Si bien los conflictos geopolíticos en el Medio Oriente presionaron temporalmente los precios al alza, estos se normalizaron debido a rápidas soluciones.
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Actualmente, el nuevo factor que está presionando el precio a la baja es el brote del coronavirus en China y su expansión a otros países.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha declarado aún la emergencia internacional. El gobierno de China ha puesto en cuarentena a la ciudad de Wuhan y ha restringido el transporte en otras 10 ciudades. Estos eventos acrecentaron el temor de una menor demanda de petróleo, llevando el precio hasta US$53 por barril.
Para equilibrar el mercado la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y algunos otros grandes productores -liderados por Rusia (OPEP+)-, decidieron en su última reunión del 5/12 y 6/12 incrementar los recortes de producción en 500,000 barriles de petróleo por día (bpd) durante el primer trimestre de 2020.
En total, el recorte asciende a 1,7 millones de (bpd) -un 1,7% de la demanda global-. Luego de la decisión de la OPEP+, el precio comenzó a incrementarse, junto con las señales de un apaciguamiento comercial entre EE.UU. y China.
La subida se profundizó luego de los ataques entre EE.UU. e Irán el 03/01/20. Sin embargo, el precio del petróleo corrigió en la medida que las tensiones entre EE.UU. e Irán se fueron disipando.
A la corrección del WTI, se agrega el reciente brote del coronavirus en China, afectando a la baja a los mercados financieros e impulsando la demanda por activos refugio.
A nivel técnico, el petróleo podría empezar a formar una figura bajista, aunque encontraría un soporte técnico en US$50 el barril, nivel que anteriormente ya funcionó como piso. El riesgo es que rompa ese canal, lo que podría llevar a que los precios exacerben su caída, apuntó el banco. En el corto plazo, el WTI podría seguir moviéndose lateralmente, oscilando en un rango entre US$50 y US$63.
Entre otros indicadores técnicos, el Relative Strength Index (RSI) señala que el precio está entrando a niveles de sobreventa lo que confirma la fuerza bajista del mercado. Esto significaría que pronto la posición de compra se podría activar.
Otro indicador es el Moving Average Convergence Divergence (MACD), que señala que predomina la tendencia bajista en el precio. Además, desde el 19/06/19 el petróleo permanece fluctuando entre el nivel de 61,8% y 23,6% de Fibonacci, es decir entre US$50 y US$63 el barril.
Durante las últimas semanas las posiciones largas se han reducido ligeramente, lo que también explicaría la caída del precio.
En su último informe mensual, la OPEP prevé que la demanda de petróleo será 101 millones de barriles diarios (mbd) en el 2020, luego de los 99,8 mbd alcanzados en el 2019.
Este incremento viene de la mano con su perspectiva de crecimiento mundial de 3,1% (+0,1% en su proyección anterior) para el presente año.