En la sesión del martes 10, un día después de que el Congreso vacara a Martín Vizcarra a ocho meses de que deje la presidencia, el tipo de cambio cerró fuertemente al alza al cotizarse en S/3,629, un subida de 1,26% respecto al cierre del lunes. Es su cotización más alta en 18 años.
Asimismo, la Bolsa de Valores de Lima (BVL) registró al cierre de la jornada un desplome en 6,51%. Todos los índices cerraron a la baja. El S&P/BVL Financials fue el más afectado al contraerse en 15,34%.
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Los precios de los bonos del Gobierno peruano denominados en dólares también se afectaron y al inicio del martes cayeron. El precio del bono del Gobierno al 2050 sufrió la peor declive al bajar 3,4 centavos hasta 157.87 centavos de dólar, de acuerdo a datos de Refinitiv.
ANÁLISIS
La semana para los mercados inició con un buen panorama. Por un lado, Joe Biden fue declarado presidente electo de Estados Unidos, pero el Congreso sería de mayoría republicana, lo que concreta un contrapeso político. También sumó al buen ánimo de los inversionistas las expectativas de una pronta vacuna contra el COVID-19, explicó Enrique Castellanos, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico.
Sin embargo, el incremento generalizado en las bolsas del mundo por estos factores se difuminó en el caso peruano por el incremento del riesgo político, dijo Castellanos.
"Se tiene ese precio en el tipo de cambio porque los inversionistas locales y extranjeros que apuntan al corto plazo salieron a vender por el riesgo político. El Banco Central de Reserva (BCR) salió en la mañana [del martes] al mercado con operaciones por S/1.250 millones para defender el sol, a neutralizar el efecto [de la salida de capitales]”, indicó.
César Romero, jefe de Research en Renta4 SAB, agregó que otro factor relevante es la sorpresa de que se haya concretado esta vacancia a Martín Vizcarra, pues se esperaba que no se alcanzara los 87 votos requeridos para aprobarla, como hace dos meses aproximadamente.
Romero señaló que este impacto responde a la percepción de que ahora no habría un Ejecutivo para realizar el contrapeso político al momento de impulsar ciertos proyectos de ley.
JP Morgan –en un análisis enviado a sus clientes– señaló que “los incentivos políticos parecen alineados para que el nuevo gabinete [que designe Manuel Merino] se doblegue al sabor populista del Congreso”.
Mientras que Moody’s dijo que “es probable que el Gabinete que surgirá del gobierno interino no logre frenar las iniciativas del Congreso que podrían afectar la solvencia del Perú”.
Por su parte, Bank of America señaló que esta vacancia “tiene peores implicaciones para la estabilidad económica que el cierre del Congreso y las elecciones del 2011”, cuando fue elegido Ollanta Humala.
Romero indicó que los primeros efectos de estas crisis políticas se observan en mayor grado en ciertos sectores, como el financiero. De hecho, el índice de este rubro fue el más afectado en la jornada del martes.
“Hay compañías que no terminan afectándose per se porque sus negocios no depende directamente del Estado o del sistema financiero, sino más de la reapertura económica”, subrayó.
Romero agregó que los inversionistas se encuentran a la expectativa de algún pronunciamiento de Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva (BCR).
De otro lado, Castellanos anotó que un escenario positivo sería que el Ejecutivo sea independiente y se convierta en el contrapeso del Congreso ante normas populistas, como la devolución de la ONP o el congelamiento de las tasas de interés.
En contraparte, un escenario más complejo sería en el que algunos congresistas sean designados como ministros.
IMPACTO EN CIUDADANÍA
El efecto de las variaciones de los mercados se siente en la población a partir del mecanismo de transmisión, dijo Castellanos.
“Los mercados son los primeros que saltan, pero el efecto sí termina llegando a la población”, indicó.
Esto se traduce, detalló, en que las tasas de interés son más altas, los bancos se muestren menos abiertos a brindar préstamos y menor inversión nacional y extranjera en proyectos.
“Se empieza a diferir el tiempo estimado de recuperación. La inestabilidad política es lo que más ahuyenta el capital. La candela va llegando a todos”, subrayó.
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