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Wall Street cerró hoy con pérdidas la última sesión del año y el Dow Jones de Industriales, su principal referencia, bajó un 0,48%, aunque terminó 2017 con una fuerte revalorización del 25%.
Según datos provisionales al cierre de la sesión, el Dow Jones bajó 118,29 puntos y acabó en 24.719,22 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 perdió un 0,52% y el índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedió un 0,67%.
EL TRAYECTO DEL AÑO
El índice ha estado avanzando a través de hitos. Le tomó al Dow 14 años escalar de 10,000 a 15,000, pero solo tres años y medio para llegar a 20,000.
El S&P 500 y el Nasdaq también crecieron sustancialmente este año. El S&P 500 más amplio aumentó un 20%, lo que lo encamina a su mejor rendimiento en cuatro años. El Nasdaq saltó alrededor del 29%.
Que Wall Street cierre este año en auge es el resultado del resurgimiento del crecimiento económico y las ganancias corporativas de gran éxito. El mayor catalizador fue probablemente la gran reducción de impuestos que el presidente Donald Trump acaba de promulgar, lo que con el tiempo le ahorrará a las empresas estadounidenses miles de millones en lo que le deberían pagar en impuestos al 'Tío Sam'.
La reforma fiscal proporciona incentivos que alientan a las empresas a devolver ganancias extranjeras mantenidas en el extranjero. Moody's estima que una montaña de efectivo extraterritorial asciende a un récord de US$1.4 billones.
La esperanza es que las empresas usen parte de ese efectivo repatriado para crear empleos con nuevos gastos en equipos y fábricas. Sin embargo, Wall Street está anticipando que una gran parte del dinero se destinará a recompras de acciones y pago de deuda, movimientos que deberían aumentar aún más los precios de las acciones.
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