La larga historia de aplazamientos del proyecto Yanacocha Sulfuros (Cajamarca), la iniciativa minera en fase de construcción más esperada del país, estaría ingresando a sus capítulos finales, en lo que parecería ser un desenlace adverso para la atracción de grandes inversiones.
En efectto, el pasado 23 de febrero, la norteamericana Newmont dio a conocer que se encontraba evaluando un amplio rango de escenarios y cronogramas para el desarrollo del megaproyecto de US$2.500 millones, incluyendo la opción de “no seguir adelante” con el mismo.
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“La misión de Dean Gehring (gerente de desarrollo de Newmont enfocado en Perú) es analizar todas las opciones alrededor de Yanacocha Sulfuros, incluyendo la de no proceder con el proyecto y poner la operación en cuidado y mantenimiento”, indicó Tom Palmer, CEO de Newmont, en conferencia telefónica con analistas del mercado de metales.
El ejecutivo precisó que la decisión final sobre Yanacocha Sulfuros se tomará en la segunda mitad del 2024 y que, entre tanto, la gerencia de Newmont enfocará sus esfuerzos en optimizar la reasignación de fondos hacia otros proyectos y compromisos de inversión.
No menos significativo, refirió que el compromiso de Gehring es analizar también “el espectro completo” de opciones, el cual incluye “la transición de las operaciones de Yanacocha hasta su cierre final”.
Si eso ocurriera, explicó Palmer a un analista del Credit Suisse, “nos verás construir plantas de tratamiento para procesar el agua afectada por la mina que contiene ácido” y “custodiar la operación en el proceso de cierre, si tal fuera la decisión que recomendamos a nuestro Directorio”.
Eso quiere decir, precisó, que “estaremos en Yanacocha para siempre” porque “nuestra obligación de cierre estima 50 años para el tratamiento del agua”. ¿Qué implica todo esto? ¿Y en qué fecha ocurrirían los escenarios evaluados por Newmont?
CUIDADO Y MANTENIMIENTO
David Baracco, asociado senior en Rebaza, Alcázar & De Las Casas, ve poco probable que Newmont adopte la decisión de iniciar el cierre definitivo de Yanacocha en el corto plazo, pues la unidad minera todavía cuenta con reservas de oro suficientes para operar con soltura por unos años más.
El tema de fondo, a su entender, son las implicancias de poner el proyecto Yanacocha Sulfuros en “cuidado y mantenimiento”, el cual es un estado de suspensión temporal solicitado por una empresa cuando no puede desarrollar una operación.
El ejemplo más conocido de esto es el de las minas que se declararon en cuidado y mantenimiento en los primeros días de la pandemia de COVID-19, sea para cumplir con las medidas restrictivas del Gobierno o porque su fuerza laboral cayó víctima del contagio.
Lo que busca esta figura legal, explica Baracco, es conservar las instalaciones de minas y proyectos durante un cierto periodo de inactividad a fin de “permitir su potencial reactivación y evitar que se generen daños al medio ambiente”.
“En este caso, Newmont habla de cuidado y mantenimiento de Yanacocha Sulfuros, lo cual implica que pondrían este proyecto en inactividad durante un tiempo indeterminado para conservar la operatividad de sus componentes”, señala.
Advierte, sin embargo, que existe un plazo máximo para la aplicación de esta medida, después de lo cual “el proyecto sí entraría a un proceso de cierre definitivo o total”, que llevaría a la “clausura de todos sus componentes”.
Ese plazo, indica, son tres años. Baracco precisa que. Si luego de eso la empresa quisiera reactivar su proyecto, tendría que volver a solicitar los permisos respectivos, realizar una nueva valoración de costos y asumir los gastos de la reactivación.
“Con esto no se va a revertir el cierre de operaciones. Se va empezar una nueva gestión de permisos para tener un nuevo proyecto”, remarca.
EL CIERRE DE YANACOCHA
Carlos Gálvez, ex presidente de la SNMPE, anota que Newmont podría esperar tres, cinco o diez años hasta que las condiciones económicas, sociales y políticas le permitan construir, finalmente, el proyecto Yanacocha Sulfuros.
Mientras tanto, señala, va a optar por desarrollar aquellas iniciativas de su portafolio global que “tengan un mejor retorno (para su inversión), mayor comodidad para llevarlos adelante, menos conflictos sociales y riesgos políticos”.
Eso incluye una amplia gama de proyectos brownfield, como la expansión de sus minas Porcupine (Canadá), Cerro Negro (Argentina), Tanami (Australia) y Ahafo North (Ghana).
Alerta, no obstante, que la suspensión indefinida de Yanacocha Sulfuros obligaría a la minera norteamericana a evaluar seriamente el cierre definitivo de la unidad minera Yanacocha. ¿Cuándo podría ocurrir esto?
Gálvez aclara que no se puede predecir con exactitud una fecha porque Newmont podría decidir explotar una mayor o menor cantidad de mineral para alargar la vida útil de la mina “conforme los precios del oro o la metalurgia lo justifiquen”. O conforme vaya descubriendo nuevos recursos de oro.
“En paralelo, lo que estarían haciendo es entrar en cuidado y mantenimiento, o sea, que se enfocarían e el cuidado de la gestión ambiental y el mantenimiento de las instalaciones y equipos de toda la unidad minera hasta que tomen una decisión final”, señala.
Se trata, remarca, de una tarea monumental porque Yanacocha abarca infinidad de componentes, como los tajos Carachugo, Maqui Maqui y Cerro Yanacocha, el Gold Mill (molino de oro), las instalaciones de lixiviación, los sistemas de bombeo y los “prospectos que no se han podido poner en producción”, entre otros.
De acuerdo a sus estimaciones, el cierre final de la unidad minera podría demandar “por encima de los US$1.000 millones, tranquilamente”.
INVERSIÓN EN 2023 Y 2024
En resumen, Gálvez anota que Newmont considerará explotar Yanacocha hasta donde le sea económico hacerlo, para luego entrar en cuidado y mantenimiento durante un tiempo, a la espera de las circunstancias sociales, políticas y económicas que hagan viable la explotación.
“Si no hay nada más que hacer, procederá al cierre final, porque ya hay un cierre progresivo de las operaciones que se han ido trabajando”, agrega.
De hecho, Newmont ha comprometido una inversión de US$350 millones este año y el siguiente para implementar un campamento en Yanacocha Sulfuros, el cual seguirá siendo necesario aún si el proyecto no obtiene luz verde pues “servirá para las actividades de cierre (de mina), en particular, para la construcción de una planta de tratamiento de aguas”.
“Así es que esos fondos serán esenciales de todas formas”, puntualiza Tom Palmer.
Yanacocha llegó a producir en su mejor momento 3,3 millones de onzas de oro. De eso, hace 18 años. Para el presente año, Newmont espera producir entre 255 mil y 285 mil onzas de oro. Si Yanacocha Sulfuros sale adelante, la producción de la unidad minera se incrementará en 350 mil onzas de oro anuales por cerca de 15 años.