La aerolínea Gol, la mayor de Brasil por vuelos nacionales, anunció este jueves que se acogió voluntariamente al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, una fórmula que permite a una empresa que no puede pagar sus deudas reestructurarse sin la presión de los acreedores.
“La compañía utilizará el mecanismo de Estados Unidos para fortalecer su posición financiera”, informó Gol en un comunicado enviado al mercado.
La empresa aclaró que mientras negocia una refinanciación para las deudas seguirá ofreciendo sus servicios de transporte aéreo de “forma segura, confiable y sin interrupciones”, y que todas las operaciones continúan normalmente, así como la validez de sus boletos y reservas.
La aerolínea dijo que su intención es utilizar la Justicia estadounidense como mediadora en un proceso para captar capital, reestructurar sus finanzas y fortalecer las operaciones comerciales a largo plazo.
Se trata del mismo instrumento utilizado en 2020 por la aerolínea Latam, que domina el mercado de vuelos internacionales de Brasil, para superar la grave crisis que sufrió como consecuencia de la pandemia del COVID-19.
El mismo capítulo fue utilizado con éxito por otras aerolíneas internacionales golpeadas por la pandemia como United Airlines, Delta, Aeroméxico y Avianca Colombia.
Gol necesita reestructurar una deuda que, según el último balance divulgado, ascendía a 20.200 millones de reales (unos 4.122 millones de dólares) hasta septiembre del año pasado. Para iniciar el proceso, la aerolínea dijo que ya cuenta con un compromiso de financiación por 950 millones de dólares ofrecido por miembros del Grupo Ad Hoc de los propietarios de títulos de Abra, el conglomerado que controla la aerolínea brasileña y la colombiana Avianca.
Como esta financiación depende de que la Justicia de Nueva York acepte su petición de acogerse a la Ley de Quiebras, Gol anunció que intentará la liberación de los recursos en la primera audiencia a la que acudirá ante los tribunales estadounidenses, prevista para los próximos días.
“La financiación está condicionada a aprobación judicial y, junto con los recursos generados por las operaciones en curso, ofrecerá liquidez sustancial para apoyar las operaciones, que siguen normalmente durante el proceso de reestructuración”, según el comunicado.
El consejero delegado de la aerolínea, Celso Ferrer, en declaraciones citadas en el comunicado, afirmó que la compañía ya logró mejorar sus ganancias y su posición financiera, por lo que el proceso de reestructuración le “permitirá enderezar definitivamente los desafíos generados por la pandemia”.
Según el ejecutivo, pese a los desafíos y a la menor disponibilidad de aeronaves, la empresa obtuvo en el tercer trimestre del año pasado uno de los mejores resultados operacionales para una aerolínea en América Latina.
Fue el cuarto trimestre consecutivo en que la empresa obtuvo “márgenes operacionales altos y consistentes”, así como ingresos brutos récords por 4.700 millones de reales, en un 16,4 % superiores a los del tercer trimestre de 2022.
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