Android ganó la batalla del móvil y parece que también se está haciendo con el mercado de las tabletas. Además, el terreno de las “phablets” (modelos híbridos entre ambos formatos) todavía no ha sido explorado por Apple.
La consultora Gartner publicó hoy los datos de ventas durante 2013: en total, 195 millones de tabletas, cifra que casi dobla las 116 millones vendidas en 2012. Sumado a esto, Android pasó de tener el 45,8% del mercado (53 millones de tabletas) al 61,9% del mismo. (120 millones). Apple, por su parte, cuenta con 70,4 millones de iPads cuando en 2012 sumaba 61 millones.
iOS, el sistema operativo de Apple, pasó de estar en el 52,8% de los dispositivos a estarlo solo en el 36% cuando hace tres años era único. En enero de 2011, Google estrenaba Honeycomb, la versión 3.0 de Android, de la mano del Motorola Xoom, la primera tableta pensada para tener un uso diferente a los smartphones. Desde entonces su crecimiento ha sido exponencial.
Apple se adelantó creando la categoría de producto, pero le cuesta mantener su reinado. Es la marca que más vende, pero Samsung, el mejor aliado de Android, le sigue muy de cerca. La firma coreana ha pasado de 8,5 millones a 37,4 millones de Galaxy Tab, marca con la que comercializa sus productos de más de siete pulgadas. Su cuota pasa del 7,4% al 19,1%.
Entre las firmas que también crecen destacan Asus con el 5,6% y Lenovo con el 3,3%. El resto, un 31%, se lo reparten pequeños fabricantes.
Microsoft, cuya apuesta formal en este segmento se centra en Surface, solo puede celebrar un crecimiento del 1% al 2,1%. De 1,16 millones a 4. Esto dado la escasa adopción de Windows 8 y 8.1, el sistema operativo tanto para ordenadores como tabletas: desde el 26 de octubre de 2012 a la fecha, sumando ambas versiones solo consigue un 10,68% de cuota de mercado mientras que Windows 7 está en el 47,31% de los ordenadores y Windows XP en un 29,53%, según datos de Net Applications.
De todas formas, Windows XP tiene los días contados: el 8 de abril Microsoft dejará de darle soporte al sistema operativo por lo que no habrá más parches de seguridad, actualizaciones de software o solución de errores de programas.