La economía argentina creció más rápido de lo esperado en el tercer trimestre, lo que técnicamente pone fin a una recesión de 18 meses.
La segunda economía más grande de América del Sur creció 0,9% desde el periodo de abril a junio, su primera expansión trimestral desde 2017, y más rápido que el pronóstico de 0,6% de los economistas encuestados por Bloomberg.
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Sin embargo, el país se dispone a volver a caer en recesión, de acuerdo con una encuesta del banco central a economistas, quienes pronosticaron contracciones trimestrales a finales de año y a principios de 2020. Una recesión se define como dos trimestres consecutivos de contracción.
La economía se contrajo 1,7% respecto al año anterior en el tercer trimestre. También se pronostica que se contraerá en 2020, por tercer año consecutivo.
El presidente Alberto Fernández, que asumió el cargo el 10 de diciembre, lanzó una serie llamadas medidas de emergencia el martes para aumentar el gasto social, con la esperanza de impulsar la economía el próximo año.
Argentina cayó en recesión a mediados de 2018, en medio de políticas económicas zigzagueantes, ventas masivas del mercado global y una sequía histórica que arruinó valiosas exportaciones de cultivos. El peso ha caído casi 70% desde el comienzo del año pasado, lo que impulsó la inflación ahora por encima de 50% y provocó un desempleo de dos dígitos.
En medio de la grave recesión, el gobierno anterior, liderado por Mauricio Macri, buscó una línea de crédito de US$56.000 millones del Fondo Monetario Internacional que Fernández ahora tiene que renegociar. El salvavidas del FMI ha estado en espera hasta que Fernández describa sus políticas económicas.