El Banco Central Europeo (BCE) subirá el jueves de nuevo los tipos de interés, probablemente en tres cuartos de punto porcentual, para frenar una inflación de casi el 10% en la zona del euro.
Los mercados y analistas prevén que el Consejo de Gobierno decidirá subir el precio del dinero en 75 puntos básicos, hasta el 2%, y tomará alguna decisión sobre el precio de las operaciones de refinanciación a largo plazo con objetivo específico.
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Tras la subida, la facilidad de depósito, que es el tipo de interés al que el BCE remunera los depósitos a un día, quedaría en el 1,5%, el nivel más alto desde 2009 pero que, según algunos expertos, todavía no estaría en territorio restrictivo.
El gestor de carteras en PIMCO, Konstantin Veit, considera que las presiones inflacionistas siguen siendo elevadas y que el BCE “pretende situar rápidamente sus tipos de interés oficiales en territorio neutral” por ello prevé que subirá los tipos de interés oficiales otros 75 puntos básicos en octubre y otros 50 puntos básicos en diciembre.
El director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, Franck Dixmier, espera una subida de tipos de 75 puntos básicos porque la inflación se asienta en niveles elevados y se extiende a la economía.
Además, añade Dixmier, “las negociaciones salariales no han hecho más que empezar en un clima social tenso en toda la zona euro”.
Dixmier no espera que el BCE se desvíe de su retórica de línea dura y de su voluntad de actuar con rapidez y firmeza.
El economista jefe de J. Safra Sarasin Sustainable AM, Karsten Junius, comenta que “parece haber consenso en el Consejo de Gobierno en que no hay alternativa a una subida de tipos de 75 puntos básicos”.
Los analistas de Nomura prevén que el BCE eleve los tres tipos de interés clave en 75 puntos básicos y pronostican que a eso le seguirá una nueva subida de otros 75 puntos básicos en diciembre.
El analista de renta fija de MFS Investment Management, Peter Goves, comenta que el BCE “sigue muy preocupado porque los niveles actuales de inflación son demasiado elevados y porque es necesario una mayor subida de tipos ahora para evitar que la inflación se consolide”.
La inflación subyacente también se fortalece lo que continuará acentuando la postura agresiva del BCE por ahora, según Goves.
Las operaciones de refinanciación a largo plazo con objetivo, que representan el 46% de exceso de reservas de los bancos, son muy caras para el BCE y los bancos centrales nacionales.
El BCE prestó hace unos años a los bancos dinero a tipos de interés muy bajos, incluso negativos, para que prestaran a la economía real, a las empresas y hogares, y así impulsaran el crecimiento económico.
Pero ahora que el BCE sube los tipos de interés y la tasa de depósito ya no es negativa, el tipo de interés que los bancos pagan por ellas es inferior al que reciben al depositar el exceso de reservas en el BCE.
Por ello el BCE estudia actualmente cambios en las condiciones de esas operaciones y se plantean varias opciones.
Podría compensar el beneficio de los bancos de las condiciones favorables de estas operaciones de refinanciación mediante una reducción de la remuneración media de las reservas.
Podría remunerar la mayoría de las reservas bancarias al tipo de la facilidad de depósito, excepto una parte de las reservas relacionadas con los préstamos de estas operaciones de refinanciación.
El BCE querrá probablemente que los bancos reembolsen anticipadamente parte de sus préstamos.
Pero si el BCE excluye una parte muy elevada de las reservas de los bancos de su remuneración de los depósitos tendrá un efecto importante en los tipos del mercado monetario.
Otra opción sería que el BCE aumentara los requisitos de reservas mínimas y los remunerara al 0% en lugar de pagar el tipo de las operaciones principales de financiación.
Con información de EFE
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