Escándalo de carne: La respuesta de la Unión Europea a Brasil
Escándalo de carne: La respuesta de la Unión Europea a Brasil
Redacción EC

(EFE).- El 13 % de las 302 muestras de carne procedentes de las plantas bajo investigación por el Gobierno estaba adulterada, de las cuales ocho contenían salmonella y estafilococos, informaron hoy fuentes oficiales.

Los lotes analizados por las autoridades provienen de las 21 plantas cárnicas bajo sospecha y a las que se les suspendió temporalmente las licencias de exportación desde que estalló el pasado febrero el escándalo conocido como "Carne débil", dijo el secretario ejecutivo del Ministerio de Agricultura, Eumar Novacki.

Del total de muestras, 31 presentaron alteraciones como la presencia de ácido sórbico en longanizas y salchichas, en las que está prohibido el uso de este conservante alimenticio.

También se encontró un exceso de agua en la producción de carne de pollo en otro de los refrigeradores que están bajo investigación, de acuerdo con el último balance del Gobierno.

Otras ocho muestras presentaron "posible riesgo para la salud pública", siete de ellas fueron hamburguesas contaminadas con salmonella, cuyo lote fue retirado el pasado 23 de marzo y será próximamente destruido.

En la que resta se encontró la presencia de una bacteria del tipo estafilococo, que puede provocar vómitos y diarreas, en una longaniza cocida, por lo que las autoridades ya han recogido preventivamente el producto y suspender su línea de producción.

A raíz de estos análisis, el Gobierno brasileño inició el procedimiento para cerrar tres refrigeradores más de estos 21, que se suman a los suspendidos en días anteriores por su implicación en la trama corrupta.

"Otros refrigeradores también podrán tener el registro anulado en la medida en que las auditorías avancen. Todos los que se equivocaron, tendrán que pagar por su error. No importan si son grandes o pequeñas empresas", alertó Novacki en rueda de prensa.

Una de las empresas salpicadas es JBS, una de las mayores exportadoras cárnicas del mundo, algunas de cuyas plantas están siendo fiscalizadas, lo que ha obligado a la compañía a reducir su producción y conceder vacaciones masivas a sus trabajadores.

El escándalo surgió tras el descubrimiento de una mafia de productores que sobornaban a fiscales sanitarios para vender carnes en mal estado o adulteradas con productos químicos y generó una grave crisis internacional, razón por la cual una veintena de países dispuso distintas restricciones a las carnes de Brasil.

En la mayoría de los casos, los embargos se limitaron a las 21 plantas cárnicas investigadas, aunque muchos de esos países, entre los que se encuentran algunos de los clientes más importantes de Brasil como Hong Kong, China, Chile o Egipto, ya levantaron dichas medidas.

No obstante, el ministro de Agricultura, Blairo Maggi, hará una gira en mayo por China, Hong Kong, Emiratos Árabes, Arabia Saudí y Europa para "intensificar las negociaciones con los importadores de carne brasileña".

Brasil es el mayor exportador mundial de carnes bovinas y de pollo y el cuarto en el apartado de la de cerdo, y según cálculos del propio Gobierno el escándalo puede costarle el 10 % de su mercado externo y pérdidas cercanas a 1.500 millones de dólares anuales.

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