Una mujer mira televisión en su casa de La Habana cuando el saliente presidente cubano, Raúl Castro, levanta el brazo del nuevo presidente, Miguel Díaz-Canel, luego de que la Asamblea Nacional lo nombra formalmente.
Una mujer mira televisión en su casa de La Habana cuando el saliente presidente cubano, Raúl Castro, levanta el brazo del nuevo presidente, Miguel Díaz-Canel, luego de que la Asamblea Nacional lo nombra formalmente.
Agencia Bloomberg

Para sobrevivir en Cuba, Alejandro Menéndez ha estado un paso por delante del largo alcance del gobierno comunista. Solía ​​tomar fotografías de las revistas alternativas que comenzaron a surgir cuando Raúl Castro asumió la presidencia, después de que su hermano Fidel, que estaba enfermo, se retirara en 2006.

Tras una ofensiva contra la prensa independiente hace unos años, Menéndez y algunos amigos comenzaron una etiqueta musical que bautizaron 'Band Era', en alusión a la palabra 'bandera'. Hasta ahora han evitado el escrutinio evitando mensajes políticos de cualquier tipo, dice.

Ahora, Cuba se acerca a su transición política más importante en la vida de Menéndez. Por primera vez desde que los hermanos lideraron la revolución, en 1959, la nación isleña de 11.5 millones será gobernada por alguien que no sea un Castro.

Fidel Castro murió en 2016 y Raúl cedió formalmente la presidencia este 19 de abril. Pasó la batuta al vicepresidente Miguel Díaz-Canel, de 57 años, quien personifica a una generación más joven de tecnócratas que han surgido a través de los rangos del partido.

Mientras los analistas reflexionan sobre si Díaz-Canel estará más abierto a aflojar el estricto control del gobierno sobre la economía, Menéndez se muestra escéptico.

El productor de música Alejandro Menéndez en su estudio en La Habana. Foto: Lisette Poole para Bloomberg Businessweek
El productor de música Alejandro Menéndez en su estudio en La Habana. Foto: Lisette Poole para Bloomberg Businessweek

En su estudio, que está lleno de equipos de grabación de primer nivel, todos importados, dice que los cubanos de su edad están más interesados ​​en rastrear el rendimiento de los mejores equipos de fútbol, ​​como Real Madrid o Barcelona, ​​que los de los políticos nacionales. "En este momento, siento una profunda sensación de apatía", dice.

El sentimiento parece ser ampliamente compartido. Incluso para un país que limita las campañas políticas, las calles de La Habana estaban extrañamente silenciosas en los días previos a que la Asamblea Nacional se reuniera para formalizar la transición.

No hubo carteles publicitarios del evento histórico, o signos visibles de mayor seguridad en espacios públicos como la Plaza de la Revolución o frente al Capitolio.

Casi ninguno de los cubanos entrevistados para esta historia espera que el sucesor de Raúl Castro inicie reformas para impulsar la economía cubana, que está creciendo a su ritmo más lento en dos décadas, según cifras del Banco Mundial.

HAB10. LA HABANA (CUBA), 19/04/2018.- El primer secretario del Partido Comunista de Cuba y ya expresidente Ra˙l Castro (d) levanta el brazo del nuevo presidente nuevo presidente, Miguel DÌaz-Canel (i) hoy, jueves 19 de abril de 2018, durante la sesiÛn de clausura de la IX legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en La Habana (Cuba). DÌaz-Canel, hasta ahora primer vicepresidente del Gobierno, fue elegido hoy presidente de Cuba por la Asamblea Nacional de la isla en sustituciÛn del general Ra˙l Castro, quien se retira del poder tras doce aÒos al frente del paÌs. El nuevo presidente asegurÛ que la polÌtica exterior de la isla se "mantendr· inalterable" y que el paÌs caribeÒo "no har· concesiones contra su soberanÌa e independencia" ni "negociar· sus principios". EFE/Alexandre Meneghini/POOL
HAB10. LA HABANA (CUBA), 19/04/2018.- El primer secretario del Partido Comunista de Cuba y ya expresidente Ra˙l Castro (d) levanta el brazo del nuevo presidente nuevo presidente, Miguel DÌaz-Canel (i) hoy, jueves 19 de abril de 2018, durante la sesiÛn de clausura de la IX legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en La Habana (Cuba). DÌaz-Canel, hasta ahora primer vicepresidente del Gobierno, fue elegido hoy presidente de Cuba por la Asamblea Nacional de la isla en sustituciÛn del general Ra˙l Castro, quien se retira del poder tras doce aÒos al frente del paÌs. El nuevo presidente asegurÛ que la polÌtica exterior de la isla se "mantendr· inalterable" y que el paÌs caribeÒo "no har· concesiones contra su soberanÌa e independencia" ni "negociar· sus principios". EFE/Alexandre Meneghini/POOL

Los bajos precios de las exportaciones de los productos básicos más importantes del país, como lo son el azúcar y el níquel, son en parte culpables; al igual que la asistencia reducida del patrón extranjero, Venezuela.

Las esperanzas de un relajamiento del embargo de los Estados Unidos, producto de la visita del presidente Barack Obama a la isla en 2016, se vieron sofocadas por la decisión de la administración Trump de endurecer las restricciones a los viajes y al comercio.

Desde hace mucho tiempo los observadores de Cuba resaltan que la economía nunca se ha visto tan débil desde el llamado Período Especial, luego del colapso de la Unión Soviética, que obligó al gobierno a racionar drásticamente alimentos y combustible.

Embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba. (Foto: AFP)
Embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba. (Foto: AFP)

"No es tan grave, pero ahora mismo los desafíos son claramente los peores que han sido desde la década de 1990", dice Carmelo Mesa-Lago, un economista nacido en Cuba que trabaja en la facultad de la Universidad de Pittsburgh. "Fidel logró salir de eso luego haciendo modestas reformas económicas. No van a tener un Castro esta vez ".

¿Podría la tensión económica hacer que un aparato del partido de por vida como Díaz-Canel se convierta en un inconformista del mercado libre, como sucedió con el ruso Mijaíl Gorbachov o el chino Deng Xiaoping? No es probable.

"El grupo eligió a Díaz-Canel porque lo ven como una persona leal que no va a cambiar nada", dice Mesa-Lago. "Usted tiene esta burocracia arraigada que claramente ve al sector no estatal (sector privado) como una amenaza".

Miguel Diaz-Canel, center, and President Raul Castro, right, arrive at the National Assembly in Havana, Cuba, Thursday, April 19, 2018. Castro left the presidency 12 years in office when the National Assembly approved Diaz-Canel's nomination as the candidate for the top government position. Diaz-Canel told the nation that Castro, 86, would remain the country's ultimate authority as head of the Communist Party. (Irene Perez/Cubadebate via AP)
Miguel Diaz-Canel, center, and President Raul Castro, right, arrive at the National Assembly in Havana, Cuba, Thursday, April 19, 2018. Castro left the presidency 12 years in office when the National Assembly approved Diaz-Canel's nomination as the candidate for the top government position. Diaz-Canel told the nation that Castro, 86, would remain the country's ultimate authority as head of the Communist Party. (Irene Perez/Cubadebate via AP)

Díaz-Canel, quien fue exministro de educación superior y es ingeniero de formación, se alzó con el Partido Comunista para convertirse en vicepresidente en 2013, el rango más alto alcanzado por alguien nacido después de la revolución.

Su ascenso a la presidencia es un testimonio de sus habilidades de supervivencia: varios contemporáneos que estaban siendo preparados para el mismo trabajo terminaron desterrados hacia provincias lejanas o ministerios de bajo rango.

"Es joven y no es militar, y de esa manera es diferente", dice José Fernández, quien fue subsecretario de Estado bajo Obama. "Pero él es un producto del sistema. Se verá limitado en lo que puede hacer exactamente porque no es una figura histórica ".

Raúl Castro seguirá siendo jefe del Partido Comunista mientras que el ejército controla vastas franjas de la economía; incluido el turismo, que representa casi el 10% del producto interno bruto cuando se incluye el gasto relacionado.

"Tendrá que ser un artista de altos vuelos que equilibre los intereses de los diferentes grupos", dice Pedro Freyre, un abogado cubanoamericano residente en Miami que representa a las empresas estadounidenses que quieren hacer negocios en la isla.

En apariciones públicas, Díaz-Canel se ha apegado al lenguaje repetitivo del Partido Comunista, haciendo vagas promesas de que responderá a la voluntad del pueblo.

Sin embargo, en un video filtrado de una reunión privada con líderes del partido el año pasado, mostró una racha de línea dura, criticando a Estados Unidos, amenazando con cerrar medios que estaban "en contra de la revolución" y rechazando el cambio económico como una herramienta del imperialismo.

Algunos lo vieron como una revelación de su verdadero carácter; otros sospecharon un esfuerzo orquestado para elevar su perfil antes del retiro de Castro.

Díaz-Canel se encargará de arreglar una economía tan distorsionada que, a raíz de sus implicancias, ha generado que profesionales capacitados dejen sus empleos en el gobierno porque pueden ganar mucho más como taxistas para turistas o alquilando sus casas en Airbnb.

Para abordar el problema, el gobierno tendrá que llevar a cabo una unificación largamente aplazada del peso cubano, en el que se denominan los precios y salarios locales, y el peso convertible, que se utiliza en los puntos de venta administrados por el gobierno, así como en una variedad de transacciones comerciales que involucran a empresas estatales.

El sistema es un revoltijo de precios y tipos de cambio. Unificar las monedas se considera un paso clave para permitir reformas económicas más amplias y atraer a inversores extranjeros.

Con Venezuela en caída libre, Díaz-Canel podría no contar con el apoyo de ese viejo aliado por mucho más tiempo. Jorge Piñon, director del programa de energía de América Latina y el Caribe en la Universidad de Texas en Austin, estima que los envíos de petróleo venezolano, una vez tan alto como 115.000 barriles por día, han caído por lo menos 40% en la última década.

Aún así, los envíos de petróleo venezolano todavía tienen un valor de US$1.1 mil millones anuales, y si desaparecen por completo, "no creo que Cuba tenga el flujo de caja" para pagar su factura petrolera, dice Piñón.

Si Venezuela corta la ayuda, el gobierno necesitará encontrar nuevas fuentes de ingresos.

Hace una década, el gobierno anunció una serie de cambios de política que supuestamente allanarían el camino para más empresas privadas y una mayor inversión extranjera. No era un abrazo del capitalismo, pero representaba un marcado cambio con respecto a la planificación central, similar a la adaptación de uno de los ubicuos sedánes Lada de la era soviética con un motor moderno.

Desde entonces, la cantidad de cubanos que trabajan por cuenta propia se cuadruplicó a más de medio millón. Sin embargo, la burocracia del Partido Comunista es reacia a sacrificar una gran parte de los ingresos de las empresas estatales a los pequeños empresarios que crean empresas competidoras.

Para cada reforma, parecen agregar un nuevo impuesto o regulación, dicen los analistas. Mientras tanto, la inversión extranjera ha tardado en materializarse a medida que el gobierno se demora en la aprobación de solicitudes para nuevas empresas conjuntas.

Joao Diezcabeza, que dirige un pequeño café llamado Arcangel en el corazón de La Habana, espera que Díaz-Canel encuentre la manera de trazar su propio camino.

Joao Diezcabeza, dueño de Arcangel Cafe en el centro de La Habana. Foto: Lisette Poole para Bloomberg Businessweek
Joao Diezcabeza, dueño de Arcangel Cafe en el centro de La Habana. Foto: Lisette Poole para Bloomberg Businessweek

"Respeto el hecho de que Fidel y Raúl han defendido sus ideales hasta el final", dice. "Pero con alguien nuevo, él no tendrá esa obligación o ese peso, que también es bueno. Tal vez esa es una versión menos romántica de lo que es 'revolución', pero creo que eso es bueno para el progreso", punualizó. —Artículo de Ezra Fieser con la colaboración de Hannah Berkeley Cohen, para Bloomberg Businessweek.

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