(Foto: AP)
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Agencia Bloomberg

El principal negociador para el del presidente estadounidense canceló su participación en la que comienza mañana en Lima, siguiendo los pasos de su jefe y generando dudas sobre cuándo los ministros de comercio podrán reunirse para discutir el acuerdo.

El representante de Comercio de , Robert Lighthizer, ya no asistirá a la reunión, dijo la vocera Emily Davis en una respuesta por correo electrónico a preguntas, citando un cambio en el cronograma. El diputado C.J. Mahoney irá en su lugar, dijo Davis.

Lighthizer había planeado reunirse con la canciller canadiense, Chrystia Freeland, y el ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, en el marco de la cumbre para discutir las negociaciones del que se llevan a cabo esta semana en Washington, dijeron ayer tres personas familiarizadas con las conversaciones.

No está claro cuándo Lighthizer, Guajardo y Freeland, que se reunieron en Washington la semana pasada, podrán reunirse nuevamente, en parte porque Guajardo viajará a Europa para negociar con la Unión Europea, según una persona al tanto de su agenda.

La decisión de Lighthizer llega después del anuncio del lunes de que Trump estaba cancelando su viaje a la cumbre mientras contempla una respuesta militar a un ataque con armas químicas en Siria. La administración Trump la semana pasada presionó para anunciar un acuerdo marco del TLCAN en la cumbre peruana.

El vicepresidente Mike Pence asistirá a la cumbre junto con la hija del presidente Ivanka Trump y su esposo y asesor presidencial de Estados Unidos, Jared Kushner. La cumbre se llevará a cabo el viernes y sábado, y se espera que las conversaciones técnicas del TLCAN en Washington continúen durante el fin de semana. Guajardo dijo el lunes que ve un 80% de posibilidades de un acuerdo inicial del TLCAN para la primera semana de mayo.

La última ronda de negociaciones comenzó el martes, mientras que el tema de reglas de origen se discutirá por tres días empezando el miércoles.

Las reglas de origen para el sector automotriz en particular, que rigen qué parte de un automóvil tradicional debe ser fabricado en América del Norte para ser comercializado libre de aranceles, son sin duda el mayor punto de fricción en las negociaciones que comenzaron en agosto.

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