Fráncfort (DPA). La débil recuperación de la Eurozona y las tensiones internacionales parecen haber frenado el dinamismo de la locomotora alemana, que pierde fuelle en el segundo trimestre del año, según reconoció hoy el Ministerio de Economía alemán.
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A dos días de que se den a conocer los datos del producto bruto interno bruto (PBI) del segundo trimestre, que podría haber sufrido la primera caída en casi dos años, los expertos del ministerio reconocieron un empeoramiento del rendimiento económico de la mayor potencia europea.
"En conjunto, el ambiente en la economía ha empeorado de manera patente", escribió el ministerio en un informe sobre la situación de la economía en agosto sin dar cifras concretas. Sin embargo, indicaron que este empeoramiento en el segundo trimestre es algo esperado después del fuerte inicio del año.
A pesar de este pronóstico, los economistas destacaron que "la positiva tendencia básica de la coyuntura económica de la economía alemana sigue manteniéndose intacta".
Asimismo, los expertos indicaron que aunque los riesgos se han elevado y que junto al débil desarrollo en la Eurozona hay que sumar las inseguridades derivadas del desarrollo geopolítico, el consumo privado sigue siendo un pilar importante del desarrollo económico y el mercado laboral sigue siendo estable.
MENOR CONFIANZA
Junto a este reconocimiento del gobierno alemán del empeoramiento de la situación, hoy se dio a conocer también que la confianza de los inversores alemanes sufrió en agosto su peor caída en dos años.
El barómetro de las expectativas de la coyuntura elaborado por el instituto ZEW se derrumbó por octavo mes consecutivo, hasta los 8,6 puntos, 18,5 menos que en julio. Esta es su peor caída desde junio de 2012.
"El empeoramiento del clima económico está vinculado a las actuales tensiones geopolíticas internacionales", apuntó el ZEW en referencia a la escalada en Gaza o el cruce de sanciones entre Occidente y Rusia por la situación en Ucrania.
Estos datos se suman a otros indicadores preocupantes sobre la evolución de la mayor economía europea, incluyendo una fuerte caída de la producción industrial dada a conocer la semana pasada.
PRONÓSTICOS
Algunos expertos creen que Alemania pudo contraerse en el segundo trimestre por primera vez desde fines de 2012 y tras una fuerte expansión del 0,8 por ciento en el primer trimestre.
Durante los primeros tres meses del año la economía alemana creció gracias a un invierno inesperadamente suave. Se construyó mucho, las empresas invirtieron como hacia tiempo que no lo hacían y los consumidores se mostraron más dispuestos a gastar. En este contexto, la mayoría de los economistas pronosticaron un crecimiento robusto de casi un dos por ciento para 2014.
Sin embargo, este pronóstico ya no se puede mantener. Algunas entidades bancarias como el Commerzbank se lanzaron a corregir a la baja sus pronósticos.
La mayor economía europea "sufre una gripe de verano", señaló Marco Wagner, economista del banco Commerzbank. El experto calculó que el PIB del segundo trimestre cayó un 0,1 por ciento.
"No sólo en el sector de la construcción, sino también en otros las cosas dejaron de ir tan bien", afirmó el experto Ralph Solveen.
CAÍDA INDUSTRIAL
Otro dato preocupante fue el de la producción industrial, que, según cifras publicadas recientemente, creció de mayo a junio en apenas un 0,3 por ciento, muy por debajo del 1,2 por ciento esperado por los analistas.
El Ministerio de Economía en Berlín puntualizó que la producción total del segundo trimestre quedó un 1,5 por ciento por debajo de la registrada en el mismo periodo del año pasado.
Para algunos expertos, estos datos son producto de las tensiones entre Europa y Rusia. Sin embargo, no todos los economistas son de esa opinión. "Los datos de la coyuntura económica en el segundo trimestre no se han visto aún lastrados por la crisis en Ucrania", aseguró Andreas Rees, economista jefe para Alemania dentro del banco Unicredit.
El riesgo de entrar en una espiral de sanciones entre Occidente y Rusia podría tener enormes consecuencias en la economía alemana. El instituto económico de Colonia IW pronosticó una caída del PIB de un 0,6 por ciento en el caso de que se produzca un embargo completo al comercio con Rusia.
Pero no todos se muestran tan alarmistas. Los economistas del Postbank destacaron que el ambiente sigue siendo aún bueno, sin espacio para grandes preocupaciones por la coyuntura económica.