El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, quiere controlar los aumentos de precios a fin de calmar a unos manifestantes preocupados por un incremento significativo de los costes de bienes básicos como consecuencia de la eliminación de los subsidios al combustible.
El Gobierno de dicho país dijo el sábado por la noche que autorizaría un aumento de las tarifas de autobús de entre 5 y 10 centavos, el cual excluiría a estudiantes y personas mayores.
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La Administración de Moreno también está imponiendo controles de precios en los mercados para garantizar que los bienes no aumentan más allá de los márgenes permitidos por el Ministerio de Agricultura.
Moreno ha aplazado un viaje a Alemania ya que los disturbios continuaban por tercer día después de que la subida de los precios del combustible entrara en vigor en la medianoche del miércoles.
Carreteras importantes en todo Ecuador quedaron paralizadas ya que los conductores de autobuses, taxis y camiones bloquearon el acceso el jueves por la noche.
Se informó de calma en gran parte del país el domingo, pero las comunidades indígenas bloquearon algunas carreteras importantes y se produjeron enfrentamientos con la policía y soldados, ya que se mantuvo el estado de emergencia.
Las protestas estuvieron limitadas en gran parte a las zonas rurales del tercio andino del país, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, José Valencia. Sin embargo, ello limita el tránsito por partes de Ecuador.
Las calles en Quito, la capital del país, estaban despejadas el domingo. Los taxis operaban mientras que el servicio de autobuses era irregular.
La subida de precios del combustible entró en vigor en la medianoche del miércoles y fue bien recibida por el Fondo Monetario Internacional y por Moody’s. Moreno ha dicho que no restablecería los subsidios puesto que ya no son asequibles.