Multimillonarios como Jeff Bezos, Bill Gates o Mark Zuckerberg, se han convertido en un símbolo del éxito comercial y, en algunos casos, un ejemplo digno de imitar.
Pero para quienes tienen una mirada crítica, sus gigantescas fortunas muestran que el capitalismo ha fallado porque la riqueza no se distribuye de una manera justa.
La cuarta parte de todos los multimillonarios que hay en el mundo vive en Estados Unidos, según un informe de la consultora Wealth-X.
El problema, argumentan los que defienden gravar la riqueza, es que el número de multimillonarios en ese país ha crecido rápidamente, mientras 40 millones de estadounidenses siguen dependiendo de beneficios sociales para comprar comida.
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Este es uno de los temas más debatidos de cara a las próximas elecciones en EE.UU. este año.
Y algunos candidatos a la presidencia como Bernie Sanders o Elizabeth Warren creen que tienen la solución: crear un impuesto a la riqueza y usar ese dinero para aumentar el gasto social en salud, educación e infraestructura.
Sin embargo, los opositores a la propuesta, dicen que tendría consecuencias económicas negativas con graves efectos en el empleo.
¿Pero qué es exactamente un impuesto a la riqueza?
El impuesto a la riqueza, también llamado impuesto al patrimonio, grava todos los activos de una persona y no solamente sus ingresos.
Es decir, grava activos como sus acciones en la bolsa, yates, propiedades, joyas y todo aquello que forme parte de su fortuna.
La mayor parte de los estudios sobre el impuesto a la riqueza se han centrado principalmente en Europa. Incluso dentro de los organismos internacionales no se ha publicado, hasta ahora, una investigación que contenga una perspectiva global que incluya a todos los países.
Según los expertos consultados por BBC Mundo, el caso europeo es el más emblemático: en la década de los 90 hubo 12 países que utilizaban este tipo de gravamen y hoy solo quedan cuatro:
► Noruega
► España
► Suiza
► Bélgica
Y en América Latina, son tres los países que cobran un impuesto a la riqueza (el cual difiere de otro tipo de gravámenes más específicos como el impuesto a la herencia o a las propiedades):
► Uruguay
► Argentina
► Colombia
A continuación presentamos el extracto de dos entrevistas realizadas a expertos que tienen visiones completamente opuestas sobre el tema.
(Esta nota es una adaptación del programa de radio de la BBC Business Daily. Las entrevistas fueron hechas por Manuela Saragosa).
Chris Edwards: los multimillonarios son una fuerza que empuja el bienestar económico
(Director de Estudios de Políticas Tributarias del Instituto Cato en Estados Unidos, con sede en Washington D.C.)
No creo que sea productivo gravar a las personas ricas o los multimillonarios con un impuesto a la riqueza. Ellos ya pagan impuestos altos.
Una de las confusiones entre algunos políticos de izquierda actualmente, es que piensan que los ricos estadounidenses tiene su riqueza escondida en lingotes de oro bajo el colchón.
Si miras los datos, la mayor parte de sus activos son activos invertidos en negocios. Por ejemplo Jeff Bezos de Amazon, genera crecimiento económico y miles de trabajos.
Ponerle un impuesto a la fortuna de los ricos significa ponerle impuestos a los negocios que producen y generan trabajos.
-Sin embargo, los impuestos corporativos en EE.UU. son bastante bajos, apenas llegan al 21%...
Eso no es bajo. En los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el promedio es 25%.
Y además, en Estados Unidos hay impuestos federales, pero además hay impuestos en los estados que bordean el 10%.
-Entonces usted no piensa que gravar la riqueza es una forma de reducir la desigualdad...
La mayor parte de la riqueza en EE.UU. es generada por la innovación de multimillonarios como Bezos o Gates, por gente que crea nuevos negocios que los hace ricos, pero que benefician a todos.
Eso no es un problema. El problema es la entrega de cargos a familiares y amigos y no la riqueza generada por el mercado.
-Pero algunos de los multimillonarios están a favor de crear un impuesto a la riqueza, por ejemplo Warren Buffett...
Están equivocados. Hay que mirar las experiencias en otros países. En los años 90 más de una docena de países europeos que tenían un impuesto a la riqueza, como Francia, Suecia y otros, ahora no lo tienen.
Lo que ellos descubrieron es que los ricos trasladaron sus fortuna a otros países, escondieron activos, hicieron campañas para conseguir excepciones.
-¿Y cómo se resuelve el problema de la desigualdad de riqueza?
Hay ciertos vacíos legales que deberían ser eliminados. Yo eliminaría algunas de las exenciones tributarias, pero no subiría las tasas de los impuestos.
Emmanuel Sáez: el impuesto a la riqueza es una poderosa herramienta para disminuir la desigualdad
(Profesor de Economía de la Universidad de California, Berkeley. Ha investigado el tema de los sistemas impositivos junto a Thomas Piketty y Gabriel Zucman y es parte del equipo que asesora a la candidata presidencial Elizabeth Warren).
-El impuesto a la riqueza fue descartado hace varios años en Francia porque no recaudó el dinero que se esperaba. Y además los franceses más ricos sacaron sus capitales a otros países para eludir el gravamen. ¿Si no funcionó en Francia por qué funcionaría en Estados Unidos?
En Europa fue bastante fácil eludir el impuesto a la riqueza, simplemente moviendo la fortuna hacia otro país.
Un parisino rico que se mudó a Londres, no tuvo que pagar el impuesto a la riqueza.
En contraste, Estados Unidos tiene un sistema basado en la nacionalidad. Si eres estadounidense tienes que pagar impuestos en EE.UU. sin importar donde vives.
Por otro lado, en Europa era demasiado fácil eludir impuestos al poner tu dinero en cuentas en el exterior, como por ejemplo, bancos suizos.
Y las autoridades francesas no podían hacer mucho más para forzar a Suiza a entregar esa información financiera.
En cambio en Estados Unidos hay regulaciones que fuerzan a cualquier institución financiera en el exterior a informar a las autoridades estadounidenses sobre las transacciones de sus ciudadanos.
-¿Es más difícil esconder el dinero en la actualidad?
Sí.
Pero con las revelaciones de los "Panama Papers", quedó en evidencia que hay muchos vacíos legales que permiten esconder la riqueza...
El tema de los paraísos fiscales no ha sido resuelto. En Europa ha habido un nivel de elusión tributaria muy significativo, pero esto está cambiando.
Al menos para los estadounidenses es más difícil abrir cuentas en el exterior porque exponen a los bancos a tener que pagar multas de alto valor por no cumplir con la ley de EE.UU.
El tema es que si creas buenas regulaciones se puede luchar contra la elusión y evasión de impuestos de manera efectiva.
-En el Reino Unido algunos políticos dicen que los multimillonarios no deberían existir. ¿Se está extendiendo esa misma idea en Estados Unidos?
Puedes ver esto de dos maneras. Primero, los multimillonarios deberían pagar al menos lo mismo que el resto de la población en relación a sus ingresos. Eso no ocurre en la práctica porque eluden el impuesto a los ingresos, haciendo crecer su fortuna dentro de la empresa.
Y los impuestos corporativos han sido reducidos significativamente con la reforma de Donald Trump. La tasa actual es de solo 23%.
El impuesto a la riqueza es la herramienta más poderosa para restaurar la progresividad impositiva y para aumentar el pago de impuestos de los que están en la cima.
-Pero eso va en contra de la idea del "sueño americano"...
Eso es verdad desde la época de Ronald Reagan, pero la mayoría de la gente se ha olvidado de que un sistema de tributación progresiva es un invento estadounidense.
-¿Progresivo significa que los ricos pagan más que los que tienen menos recursos?
Correcto. Desde el experimento económico de Ronald Reagan en los 80 hemos visto un aumento de la desigualdad.
El crecimiento económico no llega al 50% de la población que tiene menos recursos. Por eso, no sería tan sorprendente que en los próximos años Estados Unidos viva una revolución impositiva.