(Bloomberg). Hacerse rico no era una prioridad para William Austin cuando abrió su primer negocio de audífonos en 1967.
Sigue a Portafolio en Twitter y Facebook
“Nunca sentí el deseo febril de tener una empresa o de ganar mucho dinero”, dijo en una entrevista telefónica.
Austin hizo ambas cosas. Desde que fundó Starkey Hearing Technologies Inc. hace más de 40 años, este hombre de 72 años transformó la empresa con sede en Eden Prairie, Minnesota, en el quinto fabricante más grande del mundo de audífonos, según la analista Lisa Clive de Sanford C. Bernstein Ltd.
Starkey introdujo una serie de avances en audífonos, como los primeros dispositivos con receptores en el canal y productos que pueden ser controlados por un teléfono inteligente. La empresa tuvo ingresos por US$840 millones en 2012, según el Minneapolis/St. Paul Business Journal, lo cual convierte a Austin, el máximo responsable ejecutivo y único accionista de la compañía, en multimillonario.
La empresa, que tiene fábricas en 26 países, vendió casi 900.000 audífonos el año pasado, según Clive, un 8 por ciento del mercado global. La Organización Mundial de la Salud dice que 360 millones de personas sufren de una pérdida de audición invalidante.
Nacido en 1942 y criado en Garibaldi, Oregón, el sueño de Austin en su infancia era ser médico misionero. Dejó su casa en 1961 para estudiar medicina en la Universidad de Minnesota, y pagó sus estudios tomando un empleo con horario parcial fabricando auriculares en el negocio de audífonos de su tío.
Austin se dio cuenta rápidamente de que podía lograr un efecto mayor en la vida de las personas apalancando toda una empresa que trabajando como médico en un solo poblado. Abandonó la universidad y abrió su propio negocio de audífonos.
“Quería formar parte de un equipo”, dijo. “Ser o no el dueño absoluto me resultaba completamente irrelevante”.
PAPAS, PRESIDENTES
Austin compró un fabricante de moldes auditivos en dificultades llamado Starkey Laboratories Inc. por US$13.000 en 1970 y lo fusionó con su tienda para audiología. En las dos décadas siguientes, la empresa desarrolló los primeros aparatos de receptores en el canal y los primeros dispositivos que utilizaron nanotecnología. Entre sus clientes: cinco presidentes estadounidenses y dos papas, los actores Steve Martin y Dolly Parton, y el multimillonario David Murdock de Dole Food Co.
En marzo, Starkey lanzó Halo, un dispositivo personalizado para el iPhone de Apple Inc. Halo permite a los usuarios controlar sus audífonos desde sus teléfonos, habilitándolos a geo-localizar lugares para ajustar automáticamente los niveles de sonido, como un restaurante ruidoso o una oficina silenciosa, y dándoles la posibilidad de descargar películas, música y llamadas telefónicas.
Halo es el primer producto de Starkey dirigido a clientes que pueden no tener un problema de audición, según Austin. La empresa introducirá productos similares en el futuro, dijo.
Austin tiene un patrimonio neto de US$2.700 millones, según el Bloomberg Billionaire Index. La valorización de la empresa se basa en el promedio valor/ventas y los múltiplos empresariales valor/utilidad antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización de tres pares que cotizan en bolsa: Sonova Holding AG, William Demant Holding A/S y GN Store Nord A/S.
El multimillonario, que guarda un molde de la oreja del presidente estadounidense Ronald Reagan en la oficina de la empresa en Minneapolis, dice que ha volcado US$100 millones de su propio dinero en la Starkey Hearing Foundation. La organización entrega cada año más de 100.000 dispositivos en forma gratuita a personas en los Estados Unidos y en países como Ruanda, Ucrania y Vietnam.