La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, destacó hoy la buena marcha de la economía mundial, pero alertó de que se avecinan tormentas, al intervenir en la plenaria del Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
"La buena noticia es que brilla el sol y lanza sus rayos sobre la economía mundial", dijo Lagarde, al señalar que, tras un decenio de "duras crisis", se espera que esta crezca este año y el próximo un 3,9%.
Al mismo tiempo, la jefa del FMI advirtió de que "hay noticias no muy buenas" y que en el pronóstico a corto plazo se observan tormentas, que incluyen "tres grandes nubarrones".
"El más próximo es el nivel y el volumen de la deuda que pesa sobre Estados y corporaciones, que supone 162 billones de dólares, equivalente al 225 % del producto bruto (mundial)", dijo.
Lagarde subrayó que este nivel de endeudamiento no se había alcanzado nunca antes, "ni siquiera después de la Segunda Guerra Mundial".
En segundo lugar, mencionó la "fragilidad financiera", que "probablemente provocará una fuga importante de capitales de los países emergentes y con nivel medio de ingresos, como resultado, entre otros factores, del endurecimiento de la política monetario-crediticia de Estados Unidos".
Para Lagarde, el tercer nubarrón, "el más negro", son "los intentos de algunos de socavar el sistema que ha regulado las relaciones comerciales en los últimos decenios".
"Esta tormenta trata de hacer tabla rasa de las normas que regulan la circulación de capitales, servicios y mercancías. Es un nubarrón que tenemos que vigilar", agregó.
La directora gerente del FMI coincidió con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en que la causa de este problema "está vinculada con la confianza".
Poco antes, en su intervención, el jefe del Kremlin advirtió de que "la desconfianza global pone en duda las perspectivas de crecimiento global" y que esta actitud "puede retrotraer la economía y el comercio mundiales a la época de la economía natural".
Lagarde advirtió de que sería un "gran error" recurrir al proteccionismo, que -dijo- "perjudica a los más desfavorecidos".