Con la premiación con el Crystal Award a Juan Diego Flores y el discurso del Papa Francisco leído por el cardenal Peter Turkson, se dio inicio oficialmente a la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, Suiza, que será el epicentro de las discusiones políticas y económicas hasta este sábado.
En su tradicional discurso de bienvenida, Klaus Schwab, fundador del WEF, les pidió a los 2.500 asistentes al evento que tengan en cuena la misión del foro: mejorar el estado del mundo.
"Les pido que traigan cuatro cosas con ustedes. Primero, traigan sus cerebros, porque van a ser días intelectualmente estimulantes. Pero no es suficiente, traigan su alma, porque pese a todo el trabajo que hagan, los negocios que cierren, las discusiones políticas que mantegan, al final el alma es importante, los valores son importantes, porque queremos vivir la misión del WEF, que es mejorar el estado del mundo. Lo tercero que tienen que traer es su corazón, su pasión, su compasión y, finalmente, controlar sus nervios", dijo durante su discurso.
EL PAPA PRESENTE
Tras su alocución, el cardenal Turkson leyó un mensaje del papa Francisco, que pidió a los jefes de Estado y de gobierno y empresarios presentes en Davos que promuevan "un enfoque inclusivo que tenga en cuenta la dignidad de toda persona humana y el bien común", y abogó por un "renovado, profundo y amplio sentido de la responsabilidad por parte de todos".
El santo padre se refirió al problema de la desigualdad, en la agenda de Davos, al día siguiente de que la ONG Oxfam publicara un sorprendente informe en el que afirma que las 85 personas más ricas del mundo "poseen la riqueza de la mitad de la población" planetaria.
En ese sentido, dijo el papa argentino, "el crecimiento de la igualdad requiere procesos encaminados a una mejor distribución de la riqueza, la creación de fuentes de empleo y una promoción integral del pobre, que va más allá de la mentalidad de asistencia".
Aquí, la ceremonia inaugural en inglés. (Fuente: WEF)