Las empresas italianas pueden perder entre 270.000 y 650.000 millones de euros en facturación hasta 2021 por la crisis del coronavirus, un escenario que amenaza al empleo y que Italia quiere evitar a costa de disparar su ya desorbitada deuda pública, que supera el 134% del producto interior bruto (PIB).
La agencia de calificación crediticia italiana Cerved ha realizado estas estimaciones en un reciente estudio, y ha subrayado que las pérdidas dependerán de la duración de la pandemia y la velocidad de reacción de la economía italiana una vez superada.
“El Gobierno italiano no tiene liquidez actualmente para financiar de manera ordinaria esta situación extraordinaria. Está claro que la emergencia del coronavirus ensanchará la deuda pública y el país necesitará después importantes planes de reajuste”, ha explicado este miércoles a Efe la economista Maria Teresa Bianchi.
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“El coronavirus agravará una situación que ya era difícil para el país. Hablar de recesión, me temo, será una realidad”, añade, el mismo día en el que Morgan Stanley ha calculado que el PIB italiano caerá un 5,8% en 2020.
El Gobierno italiano ha publicado hoy en el Boletín Oficial del Estado el decreto con el que destinará ayudas de hasta 25.000 millones de euros para paliar los efectos negativos del coronavirus, una suma que disparará el déficit de 2020 hasta el 3,3% del PIB.
Entre las medidas se encuentra la prohibición de despidos en dos meses, ayudas a familias, empresas y autónomos, líneas de acceso al crédito y un plan para nacionalizar la aerolínea Alitalia, en concurso de acreedores desde 2017, que ha puesto en pie de guerra a asociaciones de consumidores.
Casi 1,7 millones de trabajadores se beneficiarán de los permisos parentales de dos semanas con la mitad del sueldo remunerado, que supondrá un coste de unos 1.140 millones de euros, y casi 200.000 personas podrán aprovechar las prestaciones para la contratación de niñeras, un gasto que se estima será de 112,8 millones.
La incertidumbre de los inversores, conscientes del equilibrismo que está haciendo el país para no hundirse en una recesión duradera, ha disparado este miércoles la prima de riesgo hasta los 320 puntos básicos solo dos horas después de la apertura.
Italia es el país más afectado por el coronavirus en Europa pero también el que tiene una situación económica más delicada. La tercera economía del euro no ha conseguido todavía recuperarse de la crisis de 2008, tiene una elevada deuda pública, una tasa de desempleo estancada en casi el 10% y una economía que se contrajo un 0,3% en el último trimestre de 2019.
Según Cerved, en un escenario de rápida recuperación de la emergencia, las empresas italianas perderían el 7,4% de sus ingresos en 2020 y se recuperarían al año siguiente, pero las pérdidas serían muy significativas en comparación con un escenario sin pandemia, equivalente a 220.000 millones en 2020 y 55.000 millones en 2021.
En un escenario de duración prolongada, en el que el coronavirus no fuera frenado hasta finales de 2020, los ingresos comerciales caerían un 17,8 % en 2020 y 470.000 millones en comparación con un escenario sin pandemia, en el que los ingresos habrían aumentado un 1,7 %.
La asociación de consumidores Codacons ya ha advertido de que la emergencia del coronavirus tendrá “efectos desastrosos” en el consumo de las familias italianas, con un recorte en sus gastos de hasta 20.900 millones de euros en 2020 y una contracción en las compras del 3% anual.
El gasto anual en el turismo se reducirá en un 15% y el transporte, en un 7%; mientras que la asistencia sanitaria y el sector alimentación saldrán beneficiados en un 2,5% y un 3%, respectivamente.
El Ejecutivo italiano tiene delante muchos frentes a los que atender y a ellos se suma la parálisis en la que se encuentra la aerolínea Alitalia, en administración concursal desde mayo de 2017.
El Gobierno ha decidido que la nacionalizará, después de ser incapaz de venderla durante tres años, y prevé una partida de hasta 500 millones para su rescate y para compensar los daños sufridos por el sector del transporte aéreo tras las cancelaciones masivas.
La decisión de hacer de Alitalia una empresa pública no ha estado exenta de polémica. Es “un verdadero escándalo” para la asociación de consumidores Codacons, que opina que “este derroche de dinero público que podría destinarse a otros sectores”, pero una medida necesaria para los sindicatos, que piden proteger a los 11.000 trabajadores.
El coronavirus en Italia ha dejado ya 2.503 fallecimientos y 31.506 contagios desde que se detectó el brote a finales de febrero.