La economía mundial entrará, sin lugar a dudas, en la peor recesión desde la crisis financiera en el primer semestre de este año, pero la recuperación en los meses posteriores no está asegurada, según Bloomberg Economics.
En un informe publicado el lunes, el economista jefe Tom Orlik dijo que “mucho tiene que ir bien” para que el crecimiento mundial se recupere tras la severa contracción en la primera mitad por la pandemia de coronavirus. Por ahora, anticipa una disminución del 0,2% del PIB para todo el año.
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“La estabilización en la segunda mitad depende de manera crítica de la capacidad de los países para controlar el virus y proporcionar estímulo suficiente a fin de compensar la pérdida de ingresos”, dijo Orlik en el informe.
Entre otras proyecciones, Orlik anticipa que EE.UU. se contraerá un 0,5% en 2020 y la zona euro un 2%. La economía de China se expandirá un 1,4% en 2020 después de contraerse un 11% en el primer trimestre, aunque se basa en el supuesto de que la recuperación comenzará en el segundo trimestre, cuando es poco probable que la demanda mundial ofrezca mucho apoyo.
“Son cifras abismales, y el ritmo de deterioro de las expectativas es impresionante”, dijo Orlik. “Aun así, es importante tener en cuenta que, en contraste con la crisis financiera asiática, la gran crisis financiera o la crisis de la deuda soberana europea, la próxima contracción no es un reflejo de desequilibrios económicos subyacentes. Eso significa que hay esperanzas de que el crecimiento pueda volver a encauzarse rápidamente cuando termine la pandemia”.
Para evitar una recesión más prolongada, Orlik dijo que los bancos centrales deben ser enérgicos en las medidas de estímulo, salvaguardando las deudas y evitando que el estrés financiero se convierta en una crisis de deuda. Pero los gobiernos también necesitan gastos masivos para reemplazar los ingresos perdidos y evitar quiebras, señaló.
“El riesgo es que la política se mueva muy poco y muy lentamente”, dijo Orlik.