Merkel y Macron buscarían frente unido por aranceles

Emmanuel Macron y Angela Merkel estarían buscando establecer un frente unido contra las amenazas arancelarias de Donald Trump cuando se reúnan en Berlín la próxima semana antes de viajar a Washington para conversaciones separadas con el presidente de Estados Unidos, dijo un funcionario del gobierno francés.

Con la fecha límite del 1 de mayo para que Trump decida si extenderá una exención a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio europeos, la canciller de Alemania y el presidente francés planean reunirse el jueves para coordinar la estrategia. Están intentando realizar un movimiento de pinza frente a Trump, con China emergiendo como el objetivo probable en su esfuerzo conjunto para evitar una guerra comercial con Estados Unidos.

Si bien hay diferentes intereses entre los países de la Unión Europea sobre qué industrias les gustaría incluir en un posible acuerdo con Trump, la opinión francesa es que las mayores potencias económicas de la región, Alemania, Francia e Italia, no permitirán que EE. UU. divida y conquiste, dijo el funcionario el viernes en París.

En cualquier caso, la postura conjunta de la UE estará representada por la Comisión Europea en Bruselas, según el funcionario, que pidió no ser identificado hablando sobre los preparativos de las reuniones.

La visita de Macron a Estados Unidos, que incluye la primera cena estatal de Trump para un líder extranjero, está programada del 23 al 25 de abril. El viaje de Merkel para reunirse con el presidente, que la Casa Blanca ha dicho que aún no está confirmada, se entiende que se realiza a solicitud suya.

La UE es solo un frente en el intento de Estados Unidos de reescribir las reglas del comercio internacional. La semana pasada, Trump amenazó con imponer aranceles a US$100.000 millones en productos chinos, poco después de que Washington y Beijing mencionaran aranceles a US$50.000 millones en productos importados de cada uno. Lo que está en juego para la UE son los aranceles al metal, que amenazan con interrumpir el comercio transatlántico de alrededor de US$720.000 millones.