La organización de las Naciones Unidas revisó a la baja sus estimados de crecimiento para América Latina y recortó en un punto porcentual su proyección para el 2015 al prever que la economía regional cerrará con una caída de 0,5%.
De acuerdo con su reciente informe "Situación y perspectivas de la Economía Mundial" (WESP, por sus siglas en inglés) el mercado regional revertirá este débil dato y comenzará su recuperación el 2016 al crecer a 0,7%, -estimado un punto porcentual menor a lo proyectado en su estudio de mayo- y llegar a 2,7% el 2017.
“Se espera que la actividad económica en los países en desarrollo y las economías en transición toquen fondo y se recuperen de forma gradual, aunque el escenario externo continuará siendo difícil y el crecimiento se mantendrá bastante por debajo de su potencial”, explicó en su reporte Naciones Unidas.
SE REDUCEN LAS PERSPECTIVAS MUNDIALES
En tanto, la organización prevé que la economía mundial concluya el año con un crecimiento de 2,4%, unos 0,4 puntos porcentuales menos a lo previsto hace seis meses.
Los menores precios de las materias primas, las masivas salidas de capital y una mayor volatilidad en los mercados financieros redujeron el avance previsto en los países en desarrollo y en las economías en transición hasta alcanzar su menor nivel desde la crisis financiera del 2008, explicó la entidad en su informe.
“Dada la esperada desaceleración de China y el persistente débil desempeño en otras grandes economías emergentes, especialmente la Federación Rusa y Brasil, el eje central del crecimiento global de nuevo se está trasladando parcialmente hacia los países desarrollados”, agregó el reporte.
Naciones Unidas estimó que las proyecciones de crecimiento de la economía mundial apuntan a un 2,9% en 2016 y 3,2% en 2017, apoyadas por una política fiscal menos restrictiva en términos generales y una política monetaria que continúa siendo acomodaticia a nivel global.
“Se espera que el calendario y ritmo previstos de la normalización de la política monetaria en los Estados Unidos ayuden a reducir las incertidumbres de política y apoyen un moderado aumento de las inversiones y el crecimiento, al mismo tiempo que prevengan una volatilidad excesiva en los mercados financieros y aseguren un ajuste ordenado de los precios de los activos”, agregó la ONU.
En esa línea, el informe señala que el crecimiento de las economías desarrolladas se fortalecerá en el 2016, superando la marca del 2% por primera vez desde el 2010.
La mejora proyectada del crecimiento global también se basa en estabilización de los precios de las materias primas y la contención de nuevas escaladas en los conflictos geopolíticos. “Son necesarios esfuerzos de política más sólidos y coordinados para asegurar un crecimiento robusto, inclusivo y sostenible, que será determinante central para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030”, señaló Lenni Montiel, subsecretario general para el desarrollo económico del departamento de asuntos económicos y sociales de las Naciones Unidas.