El martes 1 de diciembre fue uno de los días más importantes en la vida de Priscilla Chan: se convirtió en madre.
Y ese mismo día ella y su esposo Mark Zuckerberg, el fundador y CEO de Facebook, compartieron su felicidad en una carta a toda la red social y hablaron también de otro nacimiento: Chan Zuckerberg Initiative, una organización a través de la cual la pareja entregará durante el resto de sus vidas el 99% de sus acciones –actualmente US$45 mil millones– para financiar proyectos que mejoren el potencial humano y promuevan la igualdad entre los niños del mundo. Max, la hija de la pareja, llegó con un proyecto inspirador bajo el brazo.
Zuckerberg y Chan calificaron esta decisión como una responsabilidad moral. En sus palabras, invertir a largo plazo en investigación para encontrar cura a las enfermedades, producir energías limpias, reducir el hambre, conectar al mundo como nunca antes parecen tareas alcanzables.
La nueva organización se ha constituido como una sociedad de responsabilidad limitada y no como una fundación tradicional para ganar flexibilidad y no perder el control de la dirección que tomará su dinero. Es decir, se tienen objetivos filantrópicos, pero bajo un esquema de negocios en el que no se dejará de pagar impuestos. “Cualquier beneficio de las inversiones que hagamos, se revertirá para seguir avanzando en nuestra misión”, ha dicho Zuckerberg.
Si bien nunca ha tenido un trabajo definido en Facebook, Priscilla Chan ha sido una gran influencia en las decisiones que han acercado a la empresa a compromisos sociales. Hija de migrantes chinos, ella fue la primera en su familia en ir a la universidad. Estudió biología en Harvard, donde conoció a Zuckerberg, y luego se graduó de médico en la Universidad de California en el 2012. Ese año también se casaron, un día antes del ingreso de Facebook a la bolsa.
Ahora, a los 30 años, Chan es la directora de The Primary School, una escuela de Palo Alto (California) que desde el próximo año promoverá un modelo educativo y de salud para niños de escasos recursos. Son asuntos que han guiado sus intereses, pues junto a su esposo ha donado en los últimos años US$320 millones a colegios y hospitales.
Chan Zuckerberg Initiative parece seguir el camino de Bill and Melinda Gates Foundation, que desde el 2009 está comprometida con ayudas humanitarias y con la innovación. Sin embargo, hay una diferencia. La filantropía ha sido un asunto de millonarios que comenzaban a envejecer, y por eso “The Economist” vaticina que, al ser todavía jóvenes, Priscilla y Mark podrían influenciar en que más empresarios de su generación se sumen a estas actividades. Cuentan con la red social más grande para lograrlo.