¿Quién compraría un plátano por US$120.000? La pregunta podría verse como retórica pero en este caso no lo es. Durante el Art Basel de Miami que inició este viernes, la galería Perrotin expuso una obra de arte de Maurizio Catellan: un plátano pegado a la pared con cinta adhesiva. Tres plátanos conforman la obra de Catellan, dos de los cuales ya se vendieron a compradores franceses no relacionados.
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Ahora, el tercer plátano, u obra, se venderá a un museo por un precio más elevado del negociado previamente entre el artista italiano y la galería francesa. Según Perrotin, ya hay dos instituciones interesadas en comprar la frutal obra denominada “Comedian” (comediante).
El artista remarcó que compró el plátano por 30 centávos de dólar en un mercado local de frutas. “El plátano se supone que debe ser un plátano”, explicó el artista refiriéndose a las varias veces que pensó hacerlo en otros materiales hasta que decidió tomar la ruta simple: un plátano que compró en un mercado de frutas de Miami.
Sin embargo, la historia de este artista italiano no empieza con esta obra. Maurizio Cattelan es alguien que siempre ha disfrutado hacer arte disruptivo. Una de sus piezas más famosas es un inodoro de oro de 18 quilates denominado “America”, el cual se vendió por US$6 millones. No obstante, la obra terminó siendo robada del museo que la adquirió.
Otra de sus peculiares obras es “La Nona Ora” (la novena hora), una escultura del Papa Juan Pablo II tendido en el suelo derribado por un meteorito. La presentó en 1999 en el Kunsthalle Basel, pasando después por galerías importantes para finalmente ser vendida por Christie’s en el 2001 por US$886.000. Una segunda versión, como suele hacer el artista, se vendió en Phillips, de Pury & Compañía, en el 2004 por US$3 millones.