Las economías de América Latina y el Caribe deberán recurrir a fuentes internas de crecimiento para buscar acelerar la recuperación.
Las economías de América Latina y el Caribe deberán recurrir a fuentes internas de crecimiento para buscar acelerar la recuperación.
Katherine Maza

El crecimiento de la América Latina y el Caribe pasaría de 1% el 2018 a 0,2% el 2019, según el informe Perspectivas Económicas: Las Américas - Frustradas por la incertidumbre del Fondo Monetario Internacional ().

Si bien se espera un repunte de 1,8% para el próximo año, el Fondo señala que hay factores externos que continúan perjudicando las perspectivas de la región. Entre ellos, el lento crecimiento mundial, los precios moderados de las materias primas y los flujos de capital volátiles. A esto, además, se le debe agregar las protestas sociales y políticas que han suscitado en las semanas más recientes.

“La incertidumbre en torno a las políticas económicas en algunos de los países grandes [de la región] sigue siendo un freno para el crecimiento, en tanto que la crisis económica y humanitaria en Venezuela continúa generando importantes flujos migratorios a otros países de la región”, añade el FMI.

En esa línea, sostuvo, las de América Latina y el Caribe deberán recurrir a fuentes internas de crecimiento para buscar acelerar la recuperación. No obstante, ello depende de que se produzca un repunte del consumo e inversión privada, así como una recuperación de la confianza empresarial y de los consumidores.

ARGENTINA

El FMI prevé una fuerte depreciación del peso que pondría fin al descenso gradual de la inflación observada hasta julio.

Así, la inflación sería de 57% hacia finales de este año, frente al 31% previsto en abril.

El crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) real el 2019 se estima en –3,1%, mientras que en abril se preveía un -1,2%.

BRASIL

El crecimiento de Brasil se estima en 0,9% para este año, limitado por una débil demanda agregada y una baja productividad, según el Fondo.

“La persistente capacidad económica ociosa y el bajo nivel de inflación indujeron al banco central a recortar la tasa de política monetaria a un mínimo histórico de 5,5% en julio, y a señalar que seguirá con un sesgo a la baja en el futuro”, señala.

La deuda pública bruta de Brasil además, ha aumentado a casi 90% del PIB y continúa en una trayectoria ascendente.

Sin embargo, resalta el Fondo, la reforma de pensiones que está avanzando el Congreso, tras haber sido aprobada por la cámara baja a comienzos de agosto, es algo positivo para este país.

En el caso de las proyecciones para el 2020, se estima que el programa de reforma estructural que está en curso estimule la confianza de las empresas y junto con unas condiciones financieras más favorables, eleve el crecimiento a 2%.

BOLIVIA

La economía boliviana crecería este año 3,9%, impulsada por una política fiscal expansiva, la solidez de los salarios y el aumento del crédito.

No obstante, las exportaciones de hidrocarburos han disminuido últimamente y existe el riesgo de que la contracción continúe en el futuro.

Aun así, Bolivia sería el país con mejor desempeño el 2019. Para el 2020, el FMI prevé una tasa de crecimiento de 3,8%.

CHILE

Hasta antes de las protestas que se vienen desarrollando en Chile, el Fondo estimaba un repunte del crecimiento en el segundo semestre del año. Este iba a estar acompañado por una orientación expansiva de la política monetaria y un programa de medidas fiscales.

De esta manera, se proyectaba un crecimiento de 2,5% para el 2019 y de 3% para el 2020.

Empero, la crisis social que atraviesa el país sureño cambiará la fotografía de este año y probablemente del siguientes.

COLOMBIA

La economía colombiana cobró impulso en el segundo trimestre del 2019 gracias a la continua solidez del consumo privado y un repunte del gasto público.

Así, el Fondo proyecta un crecimiento alrededor de 3,% para este y el siguiente año. Estas cifras estarán respaldadas por una política monetaria acomodaticia; un mayor gasto fiscal por parte de los gobiernos subnacionales y una reducción de la presión tributaria sobre las empresas; la continua implementación de proyectos de infraestructura; y los flujos migratorios de Venezuela.

Colombia se posicionaría entonces, como el segundo país con menor desempeño.

ECUADOR

El FMI proyecta una tasa de crecimiento de –0,5% este 2019 y de 0,5% el 2020 para Ecuador. Esto en medio de un ajuste de la economía a los precios más bajos del petróleo, una desaceleración gradual del crecimiento del crédito y la consolidación fiscal.

La inflación debería permanecer en niveles moderados este y los siguientes años.

Asimismo, el gobierno ecuatoriano tiene previsto poner en marcha un amplio programa de reformas estructurales que incluyen reformas en el ámbito fiscal, del mercado de trabajo, de las leyes del banco central y de las finanzas públicas, de las asociaciones público-privadas, de las empresas públicas, de las leyes del mercado de capitales y de nuevas leyes anticorrupción.

Estas medidas y las protestas asociadas, sin embargo, presentan riesgos a la baja para el crecimiento, y al alza para la inflación.

PARAGUAY

La economía paraguaya está atravesando una serie de shocks simultáneos que incluyen una sequía en la última temporada de siembra, inundaciones, una recesión más profunda en Argentina y una recuperación más lenta de lo previsto en Brasil.

El crecimiento del PIB real para este año ha sido revisado a la baja, de 3,5% a 1% desde abril.

Ante los choques, el banco central recortó su tasa de política monetaria en cinco ocasiones, hasta situarla en 4%. El ministerio de Hacienda, por su parte, viene acelerando la ejecución de las inversiones públicas para dar impulso a la construcción y el empleo.

PERÚ

La economía peruana tuvo un crecimiento decepcionante durante el primer semestre del año. Este estuvo explicado por la debilidad de los sectores primarios -como pesca y minería- y por la subejecución de la inversión pública.

Las proyecciones de crecimiento del FMI ahora se ubican en 2,6% para este año y 3,6% para el 2020. Sería el próximo año, aquel donde se disipen los impactos de shocks vistos el 2019.

Si embargo, señala el Fondo, los riesgos a la baja predominan e incluyen una demanda externa más débil e incertidumbre política interna.

“Como la inflación está holgadamente dentro del rango fijado como meta por el banco central y como las reservas fiscales e internacionales son sólidas, las autoridades han vuelto a adoptar una política monetaria de orientación contracíclica para apoyar la recuperación”, sostiene el organismo.

De esta forma, Perú sería la tercer economía de la región que más crecería este año.

URUGUAY

La actividad económica de Uruguay se ha desacelerado notablemente como consecuencia de la recesión más profunda en Argentina y la recuperación más lenta de lo previsto en Brasil.

No obstante, se espera que los nuevos e importantes proyectos de infraestructura e inversión ayuden a absorber gran parte del impacto en los siguientes dos años. Con ello, el crecimiento debería recuperarse y pasar del 0,4% previsto para el 2019 a 2,3% en 2020 y 3% en 2021.

VENEZUELA

En Venezuela persisten las condiciones económicas y humanitarias críticas. El FMI proyecta que la economía caiga 35% el 2019, lo que representa una contracción acumulada de alrededor de 65% desde 2013.

Entre las principales causas está el desplome de la producción de petróleo, el empeoramiento de las condiciones en el sector no petrolero y una escasez generalizada de energía eléctrica.

La hiperinflación, por su parte, continúa, aunque las proyecciones anuales han sido revisadas a la baja, a 200.000% tras el drástico endurecimiento de las condiciones monetarias por parte del banco central a comienzos de este año.

La migración a los países vecinos continuará y es muy probable que se intensifique a medida que empeoren las condiciones sociales y económicas en este país.

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