Cuando James Sinka hace su ayuno de dopamina, se abstiene de todos los estímulos externos que pueda: deja de comer y solo toma agua para mantenerse hidratado; ignora su teléfono, su computadora, su televisor; incluso evita interactuar con personas.
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"Tengo la suerte de tener amigos, familiares y socios extremadamente solidarios", dice el empresario en tecnología de Silicon Valley.
“Les digo con anticipación: ‘Reservo el 17 de noviembre para un ayuno de dopamina; lo siento, no tendrán noticias mías. No es que no los quiera, es que tengo que hacer esto por mí mismo’. En un principio les parecía un poco ridículo, pero ahora están acostumbrados. Se ríen y lo entienden”, agrega.
Sinka, de 24 años, es una de las muchas personas en el centro mundial de la tecnología que están adoptando el ayuno de dopamina. Es la última moda en este barrio del futuro conocido por adoptar nuevas iniciativas de bienestar.
Pero ¿es un ayuno de dopamina una forma de meditación antigua ya conocido? ¿Hay alguna ciencia que respalde la teoría?
“Restrictivo pero vale la pena”
La dopamina es un neurotransmisor, o un mensajero químico del cerebro, relacionado con las motivaciones que sentimos para hacer las cosas. Se le ha denominado, incorrectamente, el "químico del placer".
"La liberación de dopamina puede ser provocada por una variedad de estímulos externos, especialmente eventos sobresalientes e inesperados", dice Joshua Berke, profesor de neurología y psiquiatría en la Universidad de California, en San Francisco.
"Estos pueden variar y van desde repentinos ruidos desagradables hasta estímulos que, a través de la experiencia previa, se han asociado con la recompensa", apunta.
Los promotores del ayuno de dopamina creen que los seres humanos nos sobreestimulamos por los "golpes" de dopamina que proveen las redes sociales, la tecnología y la comida.
Dicen que evitando deliberadamente estos estimulantes, que vemos como actividades placenteras, podemos disminuir la cantidad de dopamina en nuestro cerebro. Luego, después del ayuno, cuando volvemos a involucrarnos con estos estimulantes, los disfrutamos más y nuestras vidas son mejores.
Sinka cree que los "golpes" rápidos y regulares de dopamina nos hacen "adormecernos de la misma manera que alguien que consume cocaína y desarrolla tolerancia".
Pero con el ayuno, señala, "estás tratando de deshacer esa tolerancia desarrollada. Eso te permite reflexionar y ver las cosas con una perspectiva más grande, reevaluar. Cuando te vuelves a involucrar con esos estímulos, resultan más atractivos de lo que fueron en un principio".
El doctor Cameron Sepah, un psicólogo que trata a muchas personas en Silicon Valley, dice que el ayuno de dopamina se basa en una técnica de terapia conductual llamada “control de estímulos” que puede ayudar a los adictos a eliminar los propulsores. Lo describe como una forma de optimizar la salud y el desempeño de los ejecutivos y capitalistas de riesgo con los que trabaja.
"Dada la naturaleza siempre activa y de alto estrés de sus trabajos, son propensos a comportamientos adictivos para suprimir el estrés y las emociones negativas", explica.
Pero abstenerse por completo de cosas como las redes sociales y la tecnología sería un suicidio profesional, por lo que sugiere una abstención a corto plazo para reequilibrar sus vidas. Sepah dice que sus pacientes reportan mejoras en estado de ánimo, capacidad de concentración y productividad, porque tienen más tiempo libre para otras conductas saludables.
Sinka recuerda su primer ayuno -accidental- cuando niño; estar enfermo durante tres días y finalmente sentirse lo suficientemente bien como para morder un durazno. "Se sintió absolutamente increíble y la sensación de recompensa de la comida fue fenomenal, se me quedó grabada en la mente".
En la universidad se metió en el ayuno intermitente de comida y ahora incorpora la práctica a su rutina mensual. Se aleja de la tecnología regularmente y, en el último año, ha hecho un ayuno de dopamina cada trimestre.
"Un ayuno de dopamina para mí es solo una síntesis de otros tipos de ayuno que he hecho en mi vida", dice.
Cuando ayuna, se enfoca en reducir los estímulos de tres áreas diferentes: el ambiente, su comportamiento y los efectos químicos. No escucha música, ni usa aparatos electrónicos, ni habla con nadie. Evita la luz artificial, deja de comer y prescinde de las drogas o los suplementos.
La parte más difícil es encontrar tiempo para hacerlo en medio de las demandas relacionadas con su trabajo.
“Eso significa que no atienda llamadas telefónicas, no me reúna con inversores y reprograme reuniones”, explica. Pero él cree que el ayuno es una inversión que vale la pena hacer. “Es difícil y restrictivo, pero los beneficios lo valen”, dice.
¿Meditación de moda o antigua?
No todos están tan convencidos del valor del ayuno de dopamina o de sus beneficios.
"Tenga en cuenta que la dopamina no tiene una relación directa con el 'placer' o la 'felicidad'", explica Berke, quien dice que "no está al tanto de ninguna evidencia" de la afirmación hecha por los ayunadores de que evitar la tecnología y los alimentos puede reducir los niveles de dopamina en el cerebro.
"Esto es una moda, no un estudio controlado", dice. "Ciertamente suena plausible que tomar un descanso de revisar obsesivamente tu cuenta de redes sociales y salir de fiesta todas las noches es bueno para ti. [Es] simplemente poco probable que tenga mucho que ver con la dopamina per se".
"Por definición, puede ser relajante tomarse un descanso de actividades emocionantes o estresantes, y también bastante sensato", agrega. "Pero eso no es lo mismo que negarse a tener una conversación con un amigo porque estás en un 'ayuno de dopamina'".
Amy Milton, catedrática de psicología y estudiante de neurociencia en la Universidad de Cambridge, insiste en este punto de vista. "No estoy segura de que se esté haciendo algo al sistema de dopamina, o reiniciarlo como la gente dice que lo hace (…) Lo que no quiere decir que sea una mala idea mirar ocasionalmente los hábitos que tienes y hacerlo".
El ayuno también suena como otro método para mantener el bienestar que ha existido durante muchos años: la meditación Vipassana, uno de los dos principios básicos de la meditación budista, que se remonta a más de 2.500 años.
A los meditadores de Vipassana se les pide "abstenerse de matar, robar, actividad sexual, hablar falsamente e intoxicantes" antes de meditar.
Ese último requisito -evitar la intoxicación, que muchos ven como no solo alcohol o drogas, sino productos contenidos en los alimentos- hace que, además de la austeridad, se establezcan paralelismos entre el ayuno y la Vipassana.
Algunos observadores sugieren que el ayuno de dopamina es simplemente meditación Vipassana rebautizada como un lifehack del mundo de la tecnología.
"Existe la idea de reetiquetar las cosas", dice Dan Lyons, periodista tecnológico, autor y guionista de la serie de televisión de HBO Silicon Valley. "El año pasado era la microdosificación" de marihuana para poder trabajar drogado, algo que hacían en los años 60.
El enamoramiento público con las tendencias de Silicon Valley, y nuestra percepción de que los emprendedores están a la vanguardia del desarrollo, también puede significar que estamos más interesados y quizás damos más credibilidad a las iniciativas de bienestar que surgen de allí, incluso si los expertos dicen que la ciencia no está probada.
"De alguna manera, todos aceptamos esta noción de que estas personas son más inteligentes que el resto de nosotros", dice Lyons. "Que viven en el futuro, que ven todos los ángulos, todos estos clichés. Lo compramos y lo venden... Si esta moda surgiera ahora de la industria automotriz en Detroit, ¿alguno de nosotros estaría prestando atención?"
El machismo también puede desempeñar un papel. “Miren la ridiculización que se hace, y con razón, de Gwyneth Paltrow por (su portal) Goop”, dice Lyons. “Parte de esto (el auge del ayuno de dopamina) se debe a que estos son hombres ricos y blancos”
“Comportamientos de abordaje”
Sinka cree que lo que está haciendo es una versión moderna de la meditación Vipassana, adaptada para el mundo del siglo XXI. Él dice que los críticos se burlan de lo que no entienden, pero para él el ayuno de dopamina hace que las cosas cotidianas sean más atractivas nuevamente.
"Todos los días estamos sobreestimulados, ahogados en el ruido de estas cosas, y ahora podemos dar un paso atrás, reflexionar y volver a involucrarnos de la manera que queremos, no de la forma en que hemos estado entrenados".
Quizá no haya que llamarlo ayuno de dopamina, argumentan algunos expertos. Milton, quien lo describe como una "idea interesante", sugiere que los beneficios reales pueden provenir de sentir que tienes el control.
“Nos gusta tener el control de nuestro entorno y lo que hacemos. Si sientes que has adquirido control sobre tus comportamientos y estás tomando medidas positivas para lidiar con cosas que son problemáticas, esto te hará sentir mejor”, dice ella.