Actualmente, no hay evidencia de una desaceleración del comercio mundial por efecto de la guerra comercial. Las exportaciones chinas y estadounidenses se han mantenido estables a pesar de los incrementos arancelarios que se han registrado hasta el momento, señala el reciente informe semanal del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank.
Sin embargo, el riesgo que implica la política proteccionista, liderada por Estados Unidos, sí está afectando negativamente la percepción sobre el comercio global y del crecimiento económico mundial en los próximos años.
Los países que se enfrentan en esta disputa comercial son las economías más grandes dentro del comercio mundial con una participación conjunta del 22%. La administración de Trump impuso aranceles de 10% sobre US$200.000 millones de mercancías chinas, los cuales aumentarán a 25% a partir de enero. En tanto, otros US$50.000 millones de mercancías chinas ya están sujetas a aranceles del 25%. Por su parte, China ha respondido de manera recíproca, aplicando aranceles sobre US$110.000 millones de exportaciones estadounidenses.
Aún no hay evidencia del impacto de estas medidas arancelarias en el comercio mundial. Las exportaciones de China crecieron casi 16% interanual en octubre. Esta aceleración se debería a que empresas importadoras han adelantado pedidos en previsión a la aplicación de aranceles futuros. El crecimiento de las importaciones chinas para octubre se aceleró a un 21,4% desde el 14,3% en septiembre, superando nuevamente el pronóstico de los analistas.
Por otro lado, las exportaciones de Estados Unidos crecieron 11% en el segundo trimestre del presente año; mientras que, en el primer trimestre registró un crecimiento de 8%. En este sentido, las exportaciones mundiales crecieron mejor que en años anteriores.
La producción china también se ha beneficiado de la continua depreciación del yuan, el cual se ha devaluado hasta un 9% con respecto al dólar desde abril. Las exportaciones chinas hacia la Unión Europea y EE.UU. tienden a atenuarse, pero se aceleraron en el caso de los mercados en vías de desarrollo, aprovechando la severa depreciación de la moneda china.
REVISIÓN DE PROYECCIONES
Si bien aún no tiene efectos, la guerra comercial sí está afectando las proyecciones del comercio, el crecimiento mundial y los precios de los commodities.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) redujo su pronóstico en sus últimas previsiones sobre los intercambios internacionales, publicados en setiembre del 2018. El organismo pronostica un crecimiento del volumen del comercio de mercancías del 3,9% en 2018, que en 2019 bajará al 3,7%. El nuevo pronóstico para el 2018 está por debajo de la estimación del 4,4% que la OMC dio a conocer en abril pasado.
En esta nueva proyección comercial, la OMC se basa en la previsión de que el PBI real mundial crecerá 3,1% en 2018 y del 2,9% en 2019. Para China mantuvieron su pronóstico en 6,6% para 2018, pero revisaron el pronóstico hacia la baja para 2019, de 6,3% a 6,2%.
La organización señala que los riesgos señalados en su informe realizado en abril pasado se han materializado en referencia a la guerra comercial, que se perfila como la principal razón del descenso de las proyecciones del comercio mundial.
“Si bien el crecimiento del comercio es sólido, esta rebaja refleja el aumento de las tensiones que se están produciendo entre socios comerciales importantes”, concluye la OMC.
Asimismo, la revisión a la baja de las previsiones comerciales es coherente con el Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial de la OMC (WTOI), que apunta una ralentización del ritmo de crecimiento del comercio.
Según el último WTOI, publicado en agosto pasado, la expansión del comercio probablemente se seguirá desacelerando en el tercer trimestre.