Volatilidad es lo que habrá en el mundo económico al menos durante lo que resta del año. Lo dicen los analistas, lo creen así también los hombres de negocios.
Un sondeo mundial sobre las condiciones económicas realizado por la consultora McKinsey este mes ha arrojado que los cambios intempestivos hacia arriba y hacia abajo de las condiciones económicas y del tipo de cambio son vistos como el mayor factor de riesgo, tanto para la economía doméstica como para la global.
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En total, McKinsey obtuvo respuestas de 1.797 ejecutivos. El 48% de ellos señaló la volatilidad económica (27%) y la volatilidad del tipo de cambio (21%) como los mayores riesgos para la economía de su país en los próximos 12 meses.
Además, el 48% dijo que la volatilidad económica es el principal riesgo para el mundo, en tanto que el 35% señaló a la volatilidad del tipo de cambio.
Hace tres meses, en la medición de junio, el principal motivo de riesgo era la inestabilidad geopolítica, pero la seguidilla de acontecimientos económicos que han desestabilizado los mercados ha terminado impactando el ánimo de empresarios y gerentes en todo el mundo.
Después de todo, como señalan los manuales para futuros inversionistas, “cuanto más volátil sea un activo, mayor riesgo tendrá” –según se indica en el documento de educación financiera “¿Qué es la volatilidad?”, de BNP Paribas–.
Causas para el nerviosismo que capturan los indicadores ha habido muchas y se han presentado en distintas latitudes: la caída de las bolsas chinas, la espera en torno a la tasa de interés de Estados Unidos, los problemas de Grecia, la baja producción de Europa, los escándalos políticos y de corrupción de los presidentes latinoamericanos, etcétera.
Una realidad de la que no nos desprenderemos tan fácilmente en el corto plazo.
En respuestas enviadas a El Comercio, dos economistas dieron cuenta de los eventos más importantes que se vienen para la economía mundial y que podrían provocar nuevos escenarios de incertidumbre en lo que resta del año. Los consultados fueron Daniel Velandia, director de investigación y economista jefe de Credicorp Capital Colombia, y Derek Holt, vicepresidente y jefe de mercado de capitales de Scotiabank en Canadá.
LA FED
El ránking de los futuros detonadores de volatilidad lo encabeza la Reserva Federal de Estados Unidos. La decisión de mantener invariable su tasa de interés que tomó la FED el 17 de setiembre no hizo sino alargar el período de incertidumbre financiera mundial. Todos saben que la tasa subirá, pero nadie sabe cuándo.
“La volatilidad de los mercados está garantizada hasta que la FED no suba la tasa, lo cual podría ser en diciembre”, indica Velandia. “Nosotros esperamos el primer paso en diciembre”, coincide Holt.
El último sondeo de Bloomberg arroja similar resultado: el alza será en diciembre.
Según el calendario de la FED, el directorio de esa entidad se reunirá el 27 y 28 de octubre (se emitirá un comunicado) y el 15 y 16 de diciembre (cuando habrá una conferencia de prensa).
CHINA
Para Velandia, el segundo factor que puede generar más incertidumbre es China, concretamente los datos que vayan saliendo sobre el comportamiento de su economía y la credibilidad con que sean recibidos.
“El Gobierno Chino ha mencionado que va a hacer lo que sea necesario para que su economía se mantenga creciendo a tasas de 7% este año y el 2016. Por ahora, los datos siguen sustentado desaceleración, y se estima 6% para el 2016. El mercado no confía completamente en China. Vamos a ver qué medidas de política económica toman”, afirma.
El economista colombiano recuerda que lo que pase en China tendrá un especial impacto en América Latina, debido al efecto sobre el precio de las materias primas (petróleo y minerales, particularmente). ¿Fecha probable? Imposible determinarla.
JAPÓN Y EUROPA
A diferencia de Velandia, para Holt, el segundo factor de riesgo es lo que hagan el Banco de Japón y el Banco Central Europeo. Se estima que esas entidades podrían ampliar el estímulo monetario en sus respectivos territorios hacia fines de año. “Yo, sin embargo, soy escéptico”, comenta el canadiense.
El BCE se reunirá el 22 de octubre, en tanto que el Banco de Japón lo hará el 7 de ese mismo mes. El 8 de octubre habrá una junta del Banco de Inglaterra.
PBI E INFLACIÓN 2016
Para Holt, el tercer lugar en su ránking de volatilidad lo ocupan los diversos anuncios que se irán haciendo en el mundo acerca de los desempeños de la actividad económica y de la inflación estimada para el próximo año.
“Yo creo que el próximo año veremos menos penumbra y más claridad en la economía global”, afirma el economista de Scotiabank (“Less gloom and more cheer” fue su expresión).
BRASIL
En cambio, Velandia considera que Brasil se llevará el tercer lugar, en particular, para los mercados emergentes y de la región. El economista jefe de Credicorp Capital Colombia llama la atención sobre un nuevo peligro: que la enfermedad de Brasil sea contagiosa.
“Durante las últimas semanas, hemos visto que ha aumentado la volatilidad para nuestra región. Colombia ha sufrido un incremento en su percepción de riesgo a partir de la degradación de los bonos brasileños a la categoría basura que hizo Standard & Poor’s”, indica.
Velandia no cree que Colombia, el Perú o Chile puedan sufrir algún movimiento en su clasificación, pero insiste en que, en el mercado internacional, se ha generado más inquietud hacia América Latina.
BANCOS DE LA REGIÓN
¿Qué se espera que hagan los mercados de la región en los próximos meses? Velandia hizo estos comentarios: En Chile, este año no se espera una subida de las tasas de interés de referencia. Ello porque generaría muchos riesgos a su crecimiento económico. La única razón por la que Chile podría subir su tasa de interés es un deterioro de la inflación.
En el caso del Perú, el movimiento ya se hizo. Colombia dependerá de las expectativas de inflación. Se espera un ajuste hacia abajo para el 2016. Y es que mientras el Perú y Chile redujeron sus tasas el año pasado, Colombia no lo hizo. Si se espera que en el 2016 la inflación disminuya, el Banco de la República (banco central colombiano) tendría espacio para una reducción que estimule su economía.