La Comisión Europea revisó este martes drásticamente las perspectivas de la economía griega para este año debido a la falta de avances en las negociaciones de Atenas con sus acreedores, y mejoró el crecimiento en la zona euro.
En sólo tres meses, desde la publicación de las previsiones económicas de invierno, la fotografía de la economía griega se degradó drásticamente.
La economía griega sólo crecerá este año 0,5% del PIB, un marcado descenso si se compara con la expansión del 2,5% que la Comisión preveía en febrero.
Grecia, con un desempleo superior al 25% de la población activa, el más elevado de la zona euro, perdió un cuarto de su PIB en los últimos seis años de profunda recesión.
El déficit será este año de 2,1% y casi lo mismo para 2016, cuando hace apenas tres meses se pronosticaba un excedente de 1,1% y de 1,6%.
En cuanto a la deuda pública, que es la más elevada de la zona euro, también se disparó entre las previsiones de invierno y las de primavera. Según la Comisión, alcanzará el equivalente del 180,2% del PIB este año y bajará a sólo 173,5% en 2016. En febrero, la Comisión preveía 170,2% este año y 159,2% en 2016.
El gobierno griego, dirigido desde fines de enero por la izquierda radical del primer ministro Alexis Tsipras, pronosticaba un crecimiento de 2,9% este año pero la economía griega, que había mejorado a mediados de 2014, recayó nuevamente a fines de ese año.
- Grecia, con las arcas vacías -
"El impulso positivo se quebró por la incertidumbre desde el anuncio de las elecciones anticipadas en diciembre", subraya la Comisión Europea, para quien "la ausencia actual de claridad" sobre la política del gobierno con respecto a sus acreedores (UE y el Fondo Monetario Internacional) "empeora la situación".
"Las bases para una reactivación del crecimiento en 2016 están, con la condición, por supuesto, de que podamos encaminar nuestras discusiones y mantener el rumbo de las reformas que deben continuar en Grecia", señaló en conferencia de prensa el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
El deterioro del panorama para la economía griega refleja la inquietud de algunos sectores económicos por las dificultades de Atenas y sus acreedores para hallar un acuerdo sobre las reformas que debe adoptar Grecia. Este desbloquearía el necesitado último tramo de ayuda financiera de unos 7.200 millones de euros para el país heleno.
Las negociaciones estuvieron bloqueadas durante meses. Los últimos días registraron leves avances pero no bastan para concluir un acuerdo el 11 de mayo, fecha de la próxima reunión de ministros de la zona euro.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, se declaró "más bien escéptico" al respecto.
Con las arcas vacías, Atenas pidió el lunes a sus acreedores que le giren el dinero a cambio de los recientes progresos logrados en las negociaciones.
Tsipras habló el lunes con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y con la canciller alemana Angela Merkel.
Este martes Atenas continuó la ofensiva diplomática con el objetivo de obtener el aval de sus socios para desbloquear los fondos.
El ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, se reunió en París con su homólogo francés, y en Bruselas con Moscovici. Volverá a París al final del día para dialogar con el ministro de Economía, Emmanuel Macron y proseguirá su gira por Roma y Madrid esta semana.
- La zona euro con "vientos favorables" -
Para la zona euro en su conjunto, la Comisión Europea elevó la perspectiva de crecimiento para este año a 1,5% y dejó sin cambios la de 2016 en 1,9%.
La evolución de precios será positiva este año (0,1%), evitando así la deflación que pronosticaba en febrero. Los precios estarán sostenidos por una demanda doméstica que se reforzará en los próximos meses y por la depreciación del euro que llevaría la inflación a 1,5% en 2016.
Según la Comisión, las economías europeas se van a beneficiar de una "conjunción de factores favorables", como la caída del precio del petróleo, el crecimiento mundial sostenido, la depreciación del euro y las "políticas oportunas" en el bloque.
Los "vientos favorables" soplarán en todas las economías de la zona euro aunque, sopesa la Comisión, dependerá "del grado de reactividad de sus economías, de la caída de los precios del petróleo y de la depreciación del euro en particular", mientras que el programa de inyección de liquidez masiva del BCE, que tuvo un impacto "importante", tendrá mayores efectos en los países en donde las condiciones de crédito eran más duras.
Esta recuperación económica favorecerá la creación de empleo aunque el paro, que seguirá bajando, "siga siendo elevado". En 2015 la Comisión prevé una tasa de desempleo de 11% (11,2% en febrero) y en 2016 10,5% (10,6% en febrero).
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