Reuters.- La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) , Janet Yellen, dijo que "espera con ansias" una subida de las tasas de interés que sea vista como evidencia de la recuperación de la economía tras la recesión.
En declaraciones preparadas, Janet Yellen no indicó si esperaba que una alza en los costos del crédito esté asegurada en la última reunión de política del año del banco central, el 15 y 16 de diciembre.
Sigue a Portafolio también en Facebook
No obstante, Yellen expresó su confianza en la economía estadounidense señalando que el crecimiento del empleo durante octubre apuntaba a un mercado laboral que sanaba, aunque todavía no tenía una fortaleza plena.
La jefa de la FED reiteró además su visión de que el lastre externo sobre el crecimiento económico y la inflación de Estados Unidos empezaría a moderarse en el 2016.
Además, indicó que ya ha observado que los riesgos externos se han disipado desde el verano boreal y destacó que el gasto del consumidor fue "particularmente sólido" y que las perspectivas seguían siendo positivas.
"Cuando el Comité (de la FED que fija la política monetaria) empiece a normalizar la postura de política, hacerlo será una evidencia (...) de cuán lejos ha llegado nuestra economía", dijo. "En ese sentido, es un día que presumo todos estamos esperando con ansias".
Los inversores ya apostaban a que la FED incrementaría su tasa referencial desde el rango de cero a 0,25% en el que permanece desde diciembre del 2008. Los economistas también ven una alta probabilidad de un "despegue" en diciembre.
Tras los comentarios de Janet Yellen, el dólar se fortaleció inicialmente, lo que sugirió que existe una mayor confianza en que está muy cerca un alza de las tasas de interés.
"Yellen ofreció una evaluación muy positiva de la economía que sería consistente con un alza de las tasas de Fed en su reunión de diciembre", dijo Vassili Serebriakov, estratega de monedas de BNP Paribas en Nueva York.
Como en discursos y apariciones públicas previas, Janet Yellen aseguró que el momento de la primera alza de tasas en casi una década no era tan importante como el ritmo de los posteriores incrementos, que dijo deberían ser graduales.
"Un endurecimiento abrupto arriesgaría perturbar a los mercados financieros y tal vez, incluso inadvertidamente, empujar la economía hacia una recesión", afirmó.