BCR: "A rey muerto", la columna de José Luis Bonifaz

El reciente nombramiento de los directores del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) por parte del Congreso de la República ha traído comentarios desde diversos sectores de la sociedad. Y es que este hecho representa una señal importante para nuestra juventud y, en particular, para los estudiantes de Economía del país.

Así, la representación estudiantil de la Universidad del Pacífico ha publicado un importante pronunciamiento respecto a la designación de los nuevos directores del BCRP. Ellos consideran que el nombramiento de por lo menos uno de ellos incumple la Ley Orgánica del BCRP, que en su artículo 11 afirma que “Los directores deben ser peruanos, tener reconocida solvencia moral y poseer amplia competencia y experiencia en economía y finanzas [el subrayado es mío]. No representan a entidad o interés particular alguno y su voto debe tener en cuenta únicamente el cumplimiento de la finalidad y las funciones del banco”.

Por su parte, el propio director, al preguntársele por su conocimiento de la materia, respondió que posee la misma experiencia en política monetaria “que tiene toda persona con sentido común”. “Por supuesto que tengo que estudiar y proceder con la prudencia que el caso y el cargo requieren”, aseveró. 

El BCRP es una entidad clave para la estabilidad macroeconómica del país debido a que en esta entidad se decide la política monetaria del Perú. Recuerden que en el primer gobierno de Alan García, el BCRP emitía moneda sin respaldo, lo que generó la mayor inflación de la historia peruana. En un directorio de siete personas, resulta básico que los mismos tengan las suficientes credenciales académicas y profesionales para poder desempeñar adecuadamente el cargo. Me pregunto qué mensaje le estamos dando a nuestra juventud: ¿Para qué querrían capacitarse nuestros alumnos si, por un lado, se quiebran las leyes y, por otro, se da la inconsistencia de primero obtener el puesto por favores políticos, aunque no se tengan calificaciones, para luego “aprender” o “ponerse a estudiar” para el cargo? Si usted fuera dueño de una empresa, ¿contrataría a alguien que no tiene experiencia en el puesto contra la promesa que va a estudiar luego para hacerlo mejor?

Por eso es que estamos como estamos. Una vez más la política ensucia la técnica y desencanta a la juventud. En Chile, los miembros del directorio son nombrados por el presidente y son ratificados por el Congreso (revisen sus credenciales en la web).

Duran diez años, pudiendo ser designados para nuevos períodos, y se renuevan a razón de uno cada dos años. Las remuneraciones son fijadas sobre la base de los más altos cargos ejecutivos que se encuentren vigentes en las empresas bancarias del sector privado. La calidad de estos es incompatible con todo cargo o servicio, sea o no remunerado, que se preste en el sector privado. En otras palabras, son calificados y a dedicación exclusiva. Quizá esta sea una manera de retirar a los políticos de las decisiones técnicas que tanto se necesitan.