En la primera jornada de la Conferencia Anual de Empresarios (CADE) 2019, los mensajes principales que compartieron los anfitriones de la cita desarrollada en Paracas se centraron en reconocer que, en muchas ocasiones, el empresariado “no ha tenido a todos los peruanos y la ética” al centro de sus decisiones, en palabras de Elena Conterno, presidenta de IPAE.
En ese sentido, se hicieron llamados a la reflexión sobre la necesidad de fortalecer la institucionalidad del país. Esto, en un contexto en el que diversas compañías acuden a la fiscalía para dar cuenta de aportes a campañas políticas.
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“Hoy nos toca abrir CADE en un escenario complejo. [...] Los hechos conocidos recientemente no dañan solo a una empresa, sino al sector empresarial en su conjunto”, señaló Conterno, luego de considerar lamentable la falta de transparencia “de ciertas empresas en el financiamiento de partidos políticos de distinta tendencia” y rechazar ese accionar.
Luis Estrada, presidente de CADE 2019, consideró urgente la consolidación de las reformas políticas, así como la necesidad de una mayor transparencia en las futuras campañas electorales.
“Los aportes de campaña deben ser transparentes, formales. Necesitamos crear filtros para el acceso y control de organismos públicos y privados”, remarcó.
A su vez, hizo un llamado general de atención a los ejecutivos. “Basta de llamar empresarios a piratas y negociantes. Inventemos otras denominaciones a quienes están al margen de la ley; para aquellos que al hacer empresa solo buscan hacer dinero”, sentenció.
A su turno, Luis Carranza, presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y exministro de Economía y Finanzas, hizo hincapié en que los casos de corrupción son individuales.
“Hay que preservar el valor de las empresas, que al final del día es el equipo humano que está ahí [el] que producirá el valor para la sociedad”, dijo Carranza.
ÁMBITO ECONÓMICO
Por otro lado, el exministro detalló que son dos los frentes que se deben atacar en el Perú. Primero, el fomento de la competencia, que trae consigo beneficios significativos para los consumidores.
Y segundo, resaltó la importancia de mantener un sistema que premie los incentivos por invertir y ahorrar. En esa línea, recordó que en 1990 el país atravesaba un momento económico complicado y que, a punta de esfuerzo, se logró reducir la pobreza y aumentar el ingreso per cápita.
“En algún momento perdimos el norte y caímos en complacencia”, dijo Carranza.
Durante su intervención en CADE 2019, el presidente de la CAF también criticó el uso del gasto público como un “instrumento de control social”.
Recordó que un Estado interviene en la sociedad a través de dos vehículos fundamentales: las ciudades y las empresas. Mientras que las primeras ofrecen servicios y bienes públicos; las segundas, seguridad social.
“Somos un país donde todavía parte importante de la población está en pobreza y pobreza extrema [...] Ahí es muy difícil llegar con agua, electricidad, buena educación, buena salud. Y evidentemente el tema de la informalidad”, indicó.
De acuerdo con Carranza, la informalidad es el resultado de contar con una regulación muy estricta y baja productividad. Las empresas con baja productividad y exigencias regulatorias muy altas, señaló Carranza, tienen que ser informales o contratar de manera informal a sus trabajadores.
“Tenemos que agarrar toda la lista de regulaciones excesivas que tiene el país y que impiden el crecimiento”, mencionó, a modo de solución.
MIRANDO HACIA EL FUTURO
Durante su exposición en CADE 2019, Andrés Oppenheimer, periodista y analista internacional, precisó que un gran desafío para nuestro país y para la mayoría de economías a escala global es manejar el futuro del trabajo, debido a los avances tecnológicos y de automatización.
En ese sentido, consideró vital contar con un marco laboral flexible.
Por otro lado, criticó la falta de visión del empresariado peruano.
“Si tú no tienes, como empresario, la facultad de contratar y despedir y tienes condiciones más rígidas, no vas a invertir [de forma constante] y vas a tener a gente fuera del sistema legal. Pero también es cierto que los empresarios tienen que ponerse las pilas, diversificarse e ir un poco más lejos de las industrias tradicionales”, comentó.