Con 12 años de operación en el Perú, poco tiempo para la escala con la que se mide el retorno de las grandes inversiones en el sector hotelero, la cadena Casa Andina, propiedad del grupo Intercorp, se convirtió en la más grande del país.
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Así, tras iniciar su trabajo en el 2003 con la administración del hotel San Antonio de Miraflores, hoy suma 23 establecimientos con sus tres marcas: Classic, Private Collection y Select, ubicados en 13 destinos a escala nacional. Un crecimiento exponencial, de uno a dos hoteles nuevos por año, que muchos especialistas del sector turismo explican solo como consecuencia del enorme poder de gestión que tiene detrás: el del grupo que lidera Carlos Rodríguez Pastor.
Es esta apuesta, por cierto, tan atrevida durante los primeros 12 años de la cadena, la que habría llamado la atención de un equipo de inversionistas peruanos y extranjeros, quienes habrían hecho contacto con los propietarios de Casa Andina para adquirir la marca y, sobre todo, su ambicioso y prometedor modelo de negocio.
Según un grupo de ejecutivos que formó parte de las conversaciones, estas caminaron y fueron superando etapas hasta llegar a un punto de quiebre hacia julio último, mes en el que se habrían paralizado, debido a un desacuerdo sobre el monto de la transacción. Es decir, porque el ofrecimiento de los interesados no convenció a Intercorp.
Los involucrados comentan a Día_1 que la venta tendría sentido si uno asume la perspectiva con la que Intercorp evaluaría a sus empresas.
El grupo, si se hace un repaso general a sus negocios por US$4.000 millones anuales, ha adquirido una serie de compañías en distintos rubros, desde ‘retail’ hasta educación, pasando por su exitoso manejo como desarrollador de centros comerciales. Sin embargo, dentro de todo ese holding, su participación en servicios, actividad en la que opera Casa Andina, es menor y, en ese contexto, sería poco visible.
De hecho, un estudio presentado a la Escuela de Posgrado de ESÁN en el 2012 estima que la facturación de la cadena superaría los US$30 millones al año, cifra pequeña frente a los US$4.000 millones del holding madre.
Entonces, ¿estuvo a la venta Casa Andina? ¿Será vendida en el futuro? ¿Es una señal el que la semana pasada haya anunciado su retiro como operador de los hoteles Isla Suasi, en Puno, y Select Chachapoyas, en Amazonas?
Para Felipe Del Campo, director gerente de Hotel Consulting, el alejamiento de estos mercados es válido como parte de una reestructuración que la cadena puede haber hecho, sin necesidad de pensar en una futura venta.
En esa línea, Luis Sicheri, decano de Turismo de la Universidad Científica del Sur, comenta que, si ocurre, la transacción debería considerar que el 90% de los hoteles del grupo pertenecen a propietarios locales, con quienes habría que aclarar las cosas antes de vender la marca paraguas, pues sus convenios con Casa Andina serían de 20 años, en promedio. Algo complejo, pero viable.
LA RESPUESTA DEL CEO JUAN STOESSEL
El CEO de Casa Andina, Juan Stoessel, ha negado a Día_1 que la cadena haya estado en tratativas de venta o que Intercorp planee venderla. “Es totalmente falso”, ha comentado el ejecutivo.
En julio, Stoessel le dijo a este suplemento que están reorganizando el organigrama, creando siete gerencias regionales, con la idea de tener una plataforma capaz de administrar cerca de 40 hoteles durante el próximo quinquenio.
Añadió que sus ventas crecen a un ritmo de 14% anual.