La cocina participativa que rompe esquemas en Lima
La cocina participativa que rompe esquemas en Lima

Urban Kitchen es una empresa de cocina participativa que ya tiene dos años funcionando, tiempo en el cual han atendido a más de 50 empresas y ha alcanzado una facturación de S/300.000 en el 2015.

La experiencia que vende Urban Kitchen a las empresas dura entre dos horas y dos horas y media  –que pueden extenderse– de clases de cocina y almuerzo o cena. Hay varias opciones.

La primera es la cocina creativa, que consiste en preparar la comida con los ingredientes que le son proporcionados a los invitados, los cuales están divididos en grupos.

La segunda opción es la cocina de mercado. Aquí se les entrega una lista de ingredientes a los invitados y ellos deberán comprarlos con un presupuesto limitado. En esta actividad no solo cuenta  el sabor de la comida, sino también la eficiencia que tuvieron los invitados –también separados en grupos– para conseguir los insumos con el menor presupuesto.

La última opción es la del reto de la cocina. En ella los invitados presentan con anticipación un menú de tres pasos, el cual tiene que ser aprobado. Una vez en Urban Kitchen deberán superar obstáculos para preparar este menú.

Todas estas alternativas buscan promover el trabajo bajo presión, el trabajo de planeamiento y la colaboración de equipo, así como la creatividad, asegura Ignacio Barrios, fundador y chef de Urban Kitchen.

expansión
Barrios cuenta que la inversión del negocio ascendió a US$150.000; y hoy evalúan la apertura de un nuevo local. El área sería de 100 m2 y la empresa no desea invertir más de US$200.000 en él.

La cocina participativa de Urban Kitchen significa una opción para actividades de integración de las empresas. También la visitan turistas, familias, grupos de amigos y parejas, que encuentran en ella un espacio diferente de entretenimiento. 

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