El nuevo coronavirus aún no ha llegado a Perú, pero los fabricantes de ropa locales ya encontraron una oportunidad para hacer negocios en la confección de mascarillas.
Héctor Rodríguez, un confeccionista de uniformes médicos y de cocina, fabricó hace poco 5.000 mascarillas cuando se percató de que su precio se había duplicado por la fuerte demanda.
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En promedio costaba US$0,58 la unidad y ahora asciende a US$1,17.
“Imagínate, cuando (el COVID-19) llegue, esto será una locura”, dijo el limeño de 30 años que trabaja desde hace más de una década en el barrio capitalino donde el 60% de los peruanos compran ropa.
Rodríguez cree que sus mascarillas no podrán contener al nuevo coronavirus, pero al menos evitarán que las personas salpiquen saliva mientras hablan.
La tela que usa para los cubrebocas está compuesta en un 65% por poliéster y un 35% por algodón. Son trozos que sobran después de cortar las piezas mayores para confeccionar uniformes médicos.
“La gente se está empezando a desesperar poco a poco, el coronavirus ya llegó a Argentina, a Chile, a México y la gente está empezando a cubrirse”, dijo Rodríguez.
El emprendedor trabaja en su taller ubicado en el barrio de Gamarra compuesto por 54 manzanas donde hay más de 2.000 galerías y laboran a diario un millón de personas.
La Cámara de Comercio de Lima informó la semana pasada que en el país hay una reserva de dos millones de mascarillas importadas de China.
En Latinoamérica seis países han reportado pacientes con coronavirus: Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, República Dominicana y México.