Día del Pescador: ¿cómo se reparten los peces en el Perú?
Día del Pescador: ¿cómo se reparten los peces en el Perú?
Marcela Saavedra P.

Los firmes y generosos trozos de pescado reunidos en un plato de cebiche comercializado hoy son el resultado final de la faena en el mar de más de 57.000 hombres y mujeres pescadores artesanales. La artesanal hoy abastece gran parte del consumo directo del mercado interno.


Pese a esta gran responsabilidad –que genera, en promedio, el 23% de los ingresos del sector pesca–, aún no ha logrado conquistar su modernización y ordenamiento. Para nadie es un secreto la alta informalidad por la que navega la pesca artesanal, que llega hasta un 80%, señala Elena Conterno, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP).

Este desorden comienza en la embarcación. A todas luces se construyen más pese a que la ley lo prohibió hace diez años, a fin de proteger la sostenibilidad del recurso marino. Un censo en el 2012 arrojó que existían unas 16.000 embarcaciones que competían en los 3.000 kilómetros del litoral. “De ellas, a la fecha, el 40% están inoperativas, varadas en playas o en espera de ser alquiladas”, precisa Juan Carlos Bernuy, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Pesqueras Artesanales del Perú (Anepap).

Y mientras en el mundo estas naves migran a la fibra de vidrio, solo el 1% de barcos artesanales locales usa este material, anota. 

La cadena de informalidad continúa en el manejo de recursos y la sostenibilidad. Asignar derechos de pesca por zona o especie es un punto en el que coinciden tanto Juan Carlos Requejo, viceministro de Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción (), como Bernuy y Conterno. “Ello asegura el recurso, limita la actuación de cada pesquería y tiene impacto en los precios. Cuando hay sobreexplotación y demasiada competencia, un pescador puede ganar desde S/0,30 por un kilo de pescado, cuando se vende al público a S/7”, apunta Bernuy.

Y en este punto es clave la articulación de información en los desembarcaderos. Este gobierno invirtió S/200 millones en la construcción  y ampliación de 15 de ellos y ejecutará obras en ocho más durante el segundo semestre del año. “De integrarse mejor la data entre estos puntos, se podría atraer a compradores de pescado fresco más grandes y negociar directamente, como pasó con la cadena Plaza Vea”, recordó Bernuy. 

El factor humano
Romper el eslabón de la informalidad solo será posible si se fortalecen las capacidades de los hombres y mujeres dedicados a esta actividad. “No se puede ejercer un correcto control ni gestión del sector si no se empodera al pescador artesanal”, afirma Conterno.

En esa línea, el Produce hizo un estudio el 2015 para conocer el perfil de los pescadores. Con base en los resultados –que detectaron la debilidad económica y jurídica que impera– se emitió un decreto supremo hace dos semanas para fomentar la asociatividad y mejorar las cadenas productivas alrededor de esta.

“La medida es buena, pero fija un mínimo de socios muy alto que podría ser difícil de cumplir”, critica Bermuy.

Para complementar esta norma, la Anepap prepara un anteproyecto que se presentará al Congreso a mediados de agosto. “Se incluirá la iniciativa de crear un símil del bono del chatarreo para modernizar naves, impulsar el desguace y que se fomente más tecnología en los muelles de desembarque, entre otras solicitudes”, precisa.

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