"Nos especializamos en comprar activos cuando otros se alejan"
"Nos especializamos en comprar activos cuando otros se alejan"
Gonzalo Carranza

A Bruce Flatt le dicen el Warren Buffet de Canada y Harvard Business Review lo puso en su lista de los 100 CEOs más exitosos del 2016. Sin embargo, en el Perú, la firma que lidera, Brookfield Asset Management, un gestor de multimillonarios fondos de inversión, está en la mira por sus relaciones con Odebrecht.

Lea más detalles sobre Brookfield y su reputación en la edición de Día1 de esta semana. 

Brookfield ha comprado varios activos de la empresa brasileña, incluida una participación mayoritaria en . Pero Flatt afirma que el Perú les interesa más allá de Odebrecht y sugiere que irán tras . De eso y más conversó en exclusiva con El Comercio. 

. Ahora ha venido usted, nada menos que el CEO. ¿Qué motiva este interés y este ritmo de visitas tan frecuente?

Tal vez Justin no te contó esta parte de la historia, pero nosotros empezamos en el Perú hace 15 años, cuando fuimos parte del consorcio de tres empresas que desarrolló Antamina (Nota de Redacción: fue a través de Noranda, una subsidiaria de lo que entonces se llamaba Brascan y ahora es Brookfield. Noranda luego se fusionó con Falconbridge y esta última fue vendida en el 2006 a Xstrata. Los otros dos socios originales de Antamina fueron Teck Cominco y BHP Billiton). Después de vender nuestro negocio de minería, siempre hemos buscado formas de volver al país.

¿Usted ya era parte de Brascan o Brookfield en ese momento?

Sí. Entré a Brookfield hace 30 años. De hecho, fui una de las personas que viajó hasta el mismo lugar de Antamina cuando no había nada allí. Construimos el ducto y las vías. El presidente de nuestro negocio de infraestructura hoy, Derek Pannell, fue la persona que en ese entonces se mudó al Perú para construir Antamina. Tenemos una larga historia con el país y, en general, con América Latina. Nuestras inversiones originales fueron en Sudamérica, hemos entrado a Chile hace varios años y hemos tenido presencia en el Perú. Siempre hemos estado querido hacer aquí, pero no encontrábamos la oportunidad correcta. Usualmente, las mejores oportunidades para nosotros se presentan cuando el capital está más restringido y la economía no está boyante.  En los últimos dos años, encontramos oportunidades de invertir en el país. Somos muy metódicos en la forma en que elegimos un país para invertir allí, pero una vez que lo hacemos nos quedamos por mucho tiempo y tratamos de ser buenos ciudadanos corporativos.

¿Qué tan importante es América Latina para Brookfield en este momento?

Representa entre 15% y 20% de nuestros activos totales. Es una proporción muy importante para una empresa global. El 40% de nuestros activos están en EE.UU., que es una economía enorme. Entre nuestros activos más importantes tenemos edificios de oficinas en Nueva York y en la zona de Canary Wharf de Londres. Son negocios en los que puedes volcar grandes cantidades de dinero. En cuanto a Sudamérica, dada la situación a la baja de los commodities en los últimos cinco años, ha sufrido retiros de inversión extranjera directa, y eso significa más oportunidades para firmas como la nuestra. Es un lugar importante.

Ustedes son inversionistas que van a la contraria del mercado.

Tratamos de entrar a un país justo cuando los capitales se están yendo. Te da un mejor espacio para empezar y luego crecer por largos periodos.

Algunos lo llaman el Warren Buffet de Canadá, pero su estrategia de inversión es diferente.

Nuestro negocio es muy internacional. Tratamos de ingresar a países en los que podamos quedarnos mucho tiempo.

Entiendo que su estrategia sea ingresar a países en momentos de estrés económico o financiero, pero en el caso de Brasil, , la crisis es también política e incluso ética. ¿Cómo evalúan esta situación?

Somos muy metódicos cuando elegimos dónde invertir y probablemente lo más importante para nosotros es el respeto al capital por parte del país. Creemos que los cuatro países en los que estamos en Sudamérica –Chile, Colombia y el Perú, además de Brasil- no solo nos permiten invertir grandes cantidades de dinero, lo cual es muy necesario por los enormes fondos que manejamos, sino que también son muy respetuosos del capital y eso nos permite construir un negocio en el largo plazo. Ciertamente Brasil tiene hoy más desafíos que los otros países, pero creemos que en el largo plazo sigue siendo un gran lugar para invertir.

¿No perciben un riesgo en comprar activos de una compañía que está bajo una atención tan negativa como Odebrecht?

Nuestra especialidad siempre ha sido comprar activos cuando otros se están alejando. Hacemos un due dilligence; si el activo es muy bueno y el país es el adecuado, no vemos un problema. Estamos cómodos con los activos que estamos comprando.

Pero algo que probablemente no se pueda ver en un due dilligence es la historia de un activo. Me refiero sobre todo a si hubo corrupción en los contratos de concesión que dieron origen al activo, algo que se sospecha de muchos contratos de Odebrecht. ¿Están cómodos con eso?

Sí.

¿Realmente?

Sí.

¿Y con la prensa negativa que ello trae?

Cuando eres un comprador como nosotros, haces due dilligence profundos y operas con los más altos niveles de gobernanza corporativa en el mundo. Nunca hemos tenido mayores problemas.

Tuvieron un problema con una subsidiaria en Brasil, Brookfield Gestão de Empreendimentos. Su ex gerente financiera denunció que la empresa había pagado sobornos para avanzar en la construcción de centros comerciales.

La SEC y todas las jurisdicciones competentes en EE.UU. resolvieron que no teníamos ningún tipo de responsabilidades por este proceso. Ha quedado atrás. Lo que puedo decirte es que, inevitablemente, cuando tienes 100 mil empleados alrededor del mundo, es posible que pasen algunas cosas en el día a día. Pero por encima de eso, operamos con los estándares más altos de ética y gobernanza en el mundo y con ello lidiamos con las situaciones como van viniendo.

¿Cuál es la situación actual del proceso con la justicia de Brasil?

No estoy seguro del estado del proceso en Brasil, pero usualmente allá las cosas toman más tiempo.  

¿Cuál es su tesis de inversión con respecto al Perú? A diferencia de Brasil, hemos seguido siendo un destino favorecido por los mercados y que ha logrado atraer inversión extranjera directa en los últimos años.

Nuestra visión es que este es un gran país, que está creciendo y, por lo tanto, necesita infraestructura. Nosotros, a través de los activos que desarrollemos, podemos proveerla. El crecimiento de largo plazo será muy bueno.

Pero justamente mucha gente piensa lo mismo. ¿Cómo extraer valor en ese escenario?

Nuestra aproximación tiene tres factores claves. En primer lugar, somos muy globales. Algunos inversionistas vienen al Perú, es cierto, pero no todos. Segundo, tenemos enormes cantidades de capital para poner a trabajar, así que las podemos afrontar inversiones mucho más grandes que la mayoría de empresas. Por lo tanto, en realidad no siempre hay tanta competencia, pero cuando existe tenemos una ventaja competitiva. Y en tercer lugar, somos ‘operacionales’ por naturaleza. Tenemos muchos negocios de operación de infraestructura bajo el nombre Brookfield alrededor del mundo.  Usualmente buscamos activos que nos abran la posibilidad de hacer cosas después de comprarlos. Ya sea que se trate de una carretera, un ducto o una torre de oficinas, nuestra intención es comprarlo y a partir de allí expandirnos.

¿Cuál era su plan con Rutas de Lima en ese sentido?

Un negocio de carreteras suele dar un buen retorno sobre el capital invertido. Y en el largo plazo, lo que ocurre es que una economía en crecimiento necesita expandir esa carretera y también construir carreteras nuevas. Si ya tienes presencia en el país, tienes mayores probabilidades de realizar inversiones adicionales. Rutas de Lima será nuestra base para crecer en el Perú.

¿Cuánto tiempo de su agenda dedicó a la evaluación de la inversión de Rutas de Lima?

El grupo senior está muy involucrado todo el tiempo en el desarrollo de los negocios. Yo mismo trato de estar muy cerca de todos los activos y de conocer a la gente involucrado alrededor del mundo.  

Además de representar una base en el Perú, ¿qué le gustó específicamente de Rutas de Lima?

La historia de la infraestructura en el Perú, un país emergente, de ingreso medio que sigue creciendo. Esto significa que va a ‘consumir’ cada vez más infraestructura. Eso es bueno para cualquier activo de este rubro en el país.

¿Cómo tomó las noticias de las protestas y hechos de violencia alrededor de los peajes de su concesión en Puente Piedra?

Uno va lidiando con las complicaciones conforme llegan. Estoy seguro de que llegaremos a una salida con las autoridades. Es un gran país, muy bien manejado.

¿Su visita a Lima tiene que ver con las negociaciones con la municipalidad de Lima?

No

¿Cuál es su agenda?

Evaluar las posibles inversiones en el país, conversar con el equipo y tener una mejor sensación de lo que viene ocurriendo. Es bueno tener una mirada local.

En su portafolio de posibles inversiones en el Perú estaba el gasoducto sur peruano, cuyo contrato de concesión acaba de ser rescindido. ¿Les interesa participar en una nueva licitación?

Lo consideraremos. El gobierno realizará un nuevo proceso y si tiene sentido para nosotros, seguramente participaremos y le dedicaremos tiempo.

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