(Bloomberg) - Las cámaras de acción de GoPro Inc. parecen no poder frenar su caída en picada.
El pronóstico de ingresos de la empresa está muy por debajo de las estimaciones de los analistas tras un trimestre con ventas navideñas decepcionantes y el anuncio de la salida de Jack Lazar, máximo responsable financiero.
Sigue a Portafolio también en Facebook
Las acciones de GoPro, que se han derrumbado un 89% desde que alcanzaron un récord en octubre de 2014, cayeron otro 9% en las negociaciones prolongadas.
La demanda de dispositivos Hero de GoPro, popularizado por entusiastas de los deportes extremos que presumen sus hazañas, está empezando a encogerse. Mientras la compañía está desarrollando un software que hará que sea más fácil editar y compartir clips de video, también está batallando por encontrar clientes más allá de su núcleo de fanáticos.
El reto ahora es convencer a los inversores de que puede innovar más allá de sus cámaras insignia y hacer frente a los problemas por la competencia de los teléfonos inteligentes y los drones equipados con cámaras, que reducirán aún más las ventas.
"Esperábamos algo malo y obtuvimos algo peor", dijo Charlie Anderson, analista de Dougherty Co. “Los inversores no verán ninguna ganancia. La mayoría de los inversores necesitan ver un mejor desempeño”.
Brian McGee, que se unió a GoPro en 2015 tras dejar Qualcomm Inc., sucederá a
Lazar como máximo responsable financiero a partir del 11 de marzo, anunció la compañía.
Las acciones de GoPro, con sede en San Mateo, California, cayeron a US$8,50 en las operaciones prolongadas, llevándolas a su punto más bajo al inicio de las operaciones en Nueva York. Las acciones debutaron, en junio de 2014, a US$24 cada una.
Para el crucial trimestre de compras navideñas, GoPro registró una pérdida de 8 centavos por acción, excluyendo ciertos costos, en comparación con una ganancia de 99 centavos por acción del año anterior.
Los analistas proyectaban una ganancia de 1 centavo en promedio, según datos recopilados por Bloomberg. Los ingresos fueron de US$436,6 millones, lo que se compara con la estimación promedio de US$434,9 millones luego de que la compañía anunció sus resultados preliminares el 13 de enero y que dijo que eliminaría el 7 por ciento de su fuerza laboral.
Las ventas de GoPro recibieron un golpe cuando tuvo que reducir a la mitad el precio de su último modelo, la Hero4 Session. Para cuando GoPro bajó su costo, en diciembre, de US$400 que costaba cuando se lanzó en julio a US$200, el exceso de inventario ya se había acumulado, impactando en los márgenes del cuarto trimestre.
Ese impacto parece prolongarse y GoPro prevé ingresos en el primer trimestre de 2016 de entre US$160 millones y US$180 millones, en comparación con la estimación promedio de los analistas de US$287,3 millones.
GoPro también enfrenta desafíos con su software, que muchos analistas y usuarios dicen que no es sencillo. Con frecuencia sucede que una increíble grabación sólo se queda atrapada en el interior de la cámara. Nick Woodman, máximo responsable ejecutivo de GoPro, se comprometió a solucionar el problema del software pronto.
"El problema es que todavía es demasiado difícil de cargar, acceder y editar el contenido de GoPro", dijo Woodman en una conferencia telefónica. "Así que, ¿qué estamos haciendo al respecto? Estamos duplicando esfuerzos. Una totalmente nueva experiencia de edición está programada para lanzarse este año".
GoPro "cometió algunos errores" con el lanzamiento de Hero4, dijo en una entrevista el mes pasado Jeff Brown, un portavoz de la empresa. El producto fue introducido mucho antes de la temporada navideña y había muy poco apoyo para la comercialización, dijo. GoPro también echará a andar, en marzo, su propio drone, llamado Karma.