La producción de petróleo ahonda su crisis, mientras que la de gas continúa en ascenso. Esta consideración ha motivado que Perú-Petro lance un marco de incentivos (regalías más bajas) para incrementar la producción petrolera, obviando la gasífera, pues remarca que “somos exportadores netos” de este hidrocarburo. ¿Tiene razón en excluir al gas?
La respuesta de la mayoría de expertos en el tema es que no. Un argumento de peso es que las reservas de gas vienen disminuyendo de forma progresiva, sin que sean repuestas adecuadamente.
Seferino Yesquen, ex gerente de reservas y reservorios de Petrobras, hizo notar en la 7 Conferencia de Gas Natural que las reservas totales de gas (probadas, probables y posibles) han descendido de 29,1 TCF a 19,9 TCF entre 2011 y 2015 (-9,2 TCF).
“Nuestra preocupación es que no estamos haciendo mucho por hallar más gas. Las reservas totales han disminuido, pero las probadas se han mantenido alrededor de 13 TCF, porque se han ido reclasificando. Esto calza para 20 años, al ritmo de consumo actual, pero en gas y petróleo ese es un horizonte muy corto”, apunta. Su temor, y el de otros expertos en hidrocarburos, es que la triste historia del petróleo (cuya producción llegó a un pico de 180 mil barriles/día y ahora está en 40 mil) se repita con el gas.
Una clarinada de alerta es que no se están reponiendo convenientemente las reservas que se consumen.
“Lo ideal es que las empresas repongan el íntegro o el doble de lo que consumen cada año. Eso significa que debemos reponer 0,8 TCF o 1 TCF de gas anualmente para tener un índice de reposición positivo; pero eso no se está haciendo”, anota Yesquen.
Otra clarinada de alerta es que no se han efectuado hallazgos de gas en los últimos cinco años. La última empresa que anotó éxitos exploratorios fue Petrobras (lote 58) en 2008-2012.
Desde entonces se han perforado cuatro pozos de exploración, de los cuales ninguno ha tenido éxito: Kimaro (lote 88), Dahuene (lote 76), Mashira y Mapi (lote 57).
EL DILEMA EN TALARA
Una segunda consideración es que la falta de incentivos para la producción de gas perpetúa el subdesarrollo de esta industria en el noroeste. Como se sabe, hasta hace muy poco, varias petroleras de Piura y Tumbes venteaban el gas que obtenían como subproducto del petróleo (gas asociado), porque no tenían a quien venderlo. Ahora, la ley las obliga a reinyectarlo.
“Si el gas no tiene destino comercial entonces se reinyecta. Pero eso significa perforar un pozo inyector para recolectar el gas y guardarlo, sin que le sirva a nadie, convirtiéndose en un sobrecosto”, remarca Carlos Gonzáles, cabeza de Enerconsult.