ICA, símbolo de la construcción mexicana y su presente de dudas
ICA, símbolo de la construcción mexicana y su presente de dudas

(Bloomberg) – Desde su fundación en 1947, la firma de construcción más grande de sobrevivió a las crisis económicas del país y del extranjero. Ahora, esa habilidad para capear las tormentas está cada vez más en duda.

Empresas ICA SAB informó las mayores pérdidas netas en catorce años el miércoles, después de que el gobierno recortó proyectos de infraestructura y el desplome del peso, la moneda de México llevó a un aumento de su apalancamiento. La compañía de construcción también anunció haber contratado a Rothschild Co. como asesor financiero, lo que dio lugar a versiones de que ICA buscará alivio de su deuda. Los tenedores de sus bonos ahora se preparan para lo peor, en tanto los pagarés que ICA vendió apenas el año pasado se hundieron a un récord de 29,8 centavos por dólar de valor nominal.

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La caída pone de relieve con qué rapidez las cosas pueden desbarrancarse para una empresa que construyó gran parte del México moderno. La baja de 19 por ciento del peso en el último año ha hecho que a ICA le resulte más difícil pagar su deuda externa en momentos en que el precio del crudo obliga a México a reducir el gasto en construcción.

ICA tiene el enorme lastre de que se orienta a los contratos con el gobierno”, declaró telefónicamente Wilbur Matthews, máximo responsable ejecutivo de Vaquero Global Investment de San Antonio. “Desde hace largo tiempo, esa historia depende mucho de la idea de que, en algún momento, el gobierno iba a apretar un botón de la construcción y empezar a gastar dinero otra vez. Con el petróleo a US$50, no va a poder apretar ese botón”.

La constructora con sede en Ciudad de México, que depende de los contratos del gobierno para casi el 90 por ciento de su cartera de proyectos, dijo el miércoles que perdió 2.510 millones de pesos (US$151 millones) en el tercer trimestre, haciendo referencia a costos financieros no en efectivo debidos a la baja del peso. Las ventas cayeron por “las condiciones de la economía mexicana, especialmente en el área de construcción civil”, dijo ICA. Y, si bien los contratos de construcción pendientes de la compañía crecieron 3,6 por ciento, a 35.000 millones de pesos respecto del trimestre anterior, estos están por debajo del nivel de fines de 2014.

En una llamada en conferencia con inversores, el máximo responsable financiero, Gabriel de la Concha, dijo que, si bien la empresa planea cumplir con el pago de los bonos, incluido un cupón de US$44,4 millones sobre sus pagarés 2024 que vence el mes que viene, no podía “garantizar nada de nada”.

Esto es toda una humillación para una compañía que en México intervino en la construcción de más de una docena de represas, 17 aeropuertos, algunas de las autopistas de más tránsito del país, el sistema de subterráneos de Ciudad de México y uno de los rascacielos más altos del país.

Los US$700 millones de pagarés a diez años de ICA, que fueron emitidos en mayo de 2014, perdieron el 70 por ciento de su precio. Eso llevó el rendimiento a 35,2 por ciento. Los bonos de la compañía en dólares que vencen en 2021 y 2017 también cayeron a mínimos récord el jueves.

La posibilidad de una quiebra no puede descartarse si la compañía tuviera dificultades para encontrar financiamiento para nuevos proyectos, según Rafael Elías, responsable de estrategia de mercados emergentes de Cantor Fitzgerald.

“Si no hay proyectos y especialmente si no hay proyectos porque no hay financiamiento, no sé cómo podrán evitarla digamos en 2017”, expresó en un correo electrónico.

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