El Indecopi prepublicó la semana pasada la Guía sobre Publicidad Digital y Recomendaciones para ‘influencers’, cuyo objetivo es regular las prácticas publicitarias en redes sociales.
En el documento aún no oficial, la institución ya ha definido el concepto de ‘influencers’ para así clasificar a las personas que serán alcanzadas por esta medida. Asimismo, se conoció que las sanciones por incumplimiento ascenderían hasta las 700 UIT, equivalente a S/2,94 millones.
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La versión final de esta guía se conocerá en este trimestre, según adelantó a este Diario anteriormente el secretario técnico de la Comisión de Fiscalización de la Competencia Desleal del Indecopi, Abelardo Aramayo.
PROCESO DE ADECUACIÓN
Para Francisco Landa, más conocido como Franda, con más de 125.000 seguidores en Instagram, el proceso de adecuación de su negocio a la normas del Indecopi no conllevó ajustes relevantes.
Esto debido a que las redes sociales, como Instagram y Facebook, cuentan con herramientas para precisar en las publicaciones cuándo se trata de un caso patrocinado, es decir, en el que hubo un pago económico de por medio.
“La misma aplicación te permite poner al socio patrocinador etiquetado en el anuncio. Y en caso la empresa no tenga una cuenta de Instagram, usamos los ‘hashtags’ aclarando que es publicidad”, cuenta Landa.
En tanto, en la plataforma de YouTube, debido a que la caja de descripción no se encuentra tan visible, se coloca en el video de forma legible que se trata de una publicidad.
De igual modo, Ximena Galiano, también 'influencer’ con más de 406 mil seguidores en Instagram, comentó que no tuvo problemas en implementar las etiquetas para comunicar que algunas publicaciones son publicidad.
“No tuve ningún problema porque desde un inicio fui transparente al hacer humor. Además, como en mi caso tengo la cuenta verificada puedo poner la opción de ‘Colaboración pagada con [nombre de la empresa]’”, comentó.
AÚN PENDIENTE
En aras de cumplir con la transparencia en este mercado, Francisco Landa y Ximena Galiano señalaron que es necesario precisar los términos a utilizar en las cajas de texto de las publicaciones.
Esto debido a que, en la actualidad, según comentan, este aspecto aún no está definido y algunos ‘influencers’ lo aprovechan para hacer pasar desapercibido un anuncio.
“Algunas personas usan “#Ad” (publicidad, en inglés) en lugar de ponerla en español. Y como [la palabra] es más cortita la pueden esconder entre otros ‘hashtags’”, precisa ‘Franda’, quien en línea a Galiano, agregaron que se debe detallar que se usen palabras en el idioma en que se comunica.
Pero de acuerdo con Landa, también existen otros escenarios en los que algunos creadores de contenido cobraron por una propuesta, pero pasaron la facturación mediante otra empresa para que así el anuncio no esté obligado a ser etiquetado como publicidad.
“Hay casos en que pasan [la transacción] con la empresa de un familiar. Entonces, a ellos les llega el dinero, pero en el video no ponen ningún tipo de advertencia porque tampoco hay manera de demostrarlo. Lo hacen pasar por una recomendación propia”, apuntó.
RECONOCIMIENTO A LOS AVANCES
Respecto a los avances que se detallan en la prepublicación de la guía para estos casos, Landa saludó que entre las medidas correctivas se haya incluido la rectificación.
Así, los ‘influencers’ evitarían realizar malas prácticas, ya que la sanción impactaría en su credibilidad, uno de sus valores más importantes.
Así también, refirió que la multa máxima considerada para estos casos (casi S/3 millones) cumpliría una eficiente función de persuasión.